Qué es Occiso

Occiso es un término que proviene del latín, concretamente del vocable occisus que significa matado y que a su vez proviene del verbo occedere, que quiere decir cortar, asesinar o matar. Un occiso es por la tanto una persona muerta debido a alguna causa trágica, por ejemplo un accidente o un asesinato.

Se trata de un cultismo bastante infrecuente en el lenguaje coloquial. Así, en la oración «Tres personas occisas en un accidente automovilístico», la palabra occisas podría sustituirse por muertos.

El uso del término

Si bien occiso no forma parte del vocabulario habitual, sí se emplea en ciertos contextos del lenguaje. En este sentido aparece con cierta frecuencia en el ámbito de la criminología, en la medicina forense o en la esfera del derecho. Hay que tener en cuenta que un occiso no es cualquier muerto sino aquel que ha fallecido por causas no naturales, una circunstancia que debe ser abordada con rigor y someterla a una investigación detallada.

Distintas maneras de referirnos a los muertos

Alguien está muerto cuando sus constantes vitales dejan de funcionar. No obstante, nos referimos a los muertos de distintas maneras y cada una de ellas aporta algún matiz singular. La persona fallecida es un cadáver, un término que únicamente alude al cuerpo humano. Lo mismo sucede con la palabra difunto o incluso con el término coloquial fiambre. En cambio, una víctima es una persona fallecida pero la palabra víctima hace alusión a la causa de la muerte.

Un asesinado es igualmente un cuerpo sin vida y en este caso se hace referencia a un acto violento. Un occiso es una forma singular de mencionar un cuerpo sin vida y a través de esta palabra se hace hincapié en la forma violenta de la muerte.

Los occisos en la actualidad

Las muertes producidas por causas violentas pueden ocurrir en cualquier lugar o contexto social. Sin embargo, muchos estudios acreditan que el número de occisos está directamente relacionado con la marginalidad, la superpoblación y la inseguridad ciudadana. Por este motivo suelen focalizarse en países y ciudades particulares, especialmente en las grandes urbes en las que se crean ghettos vinculados con fenómenos violentos.

En cualquier caso, el número de occisos por cada mil habitantes es un dato estadístico muy relevante a la hora de valorar la calidad de vida y la seguridad ciudadana de una localidad. Las estadísticas relacionadas con los occisos ponen de manifiesto que ciudades como Baltimore, Caracas, San Salvador o Acapulco se encuentran a la cabeza de este tipo de sucesos.

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