Definición de Palabras Homófonas
En todas las lenguas hay pares de palabras cuyo significado es totalmente distinto pero presentan la misma sonoridad. Este fenómeno se produce entre dos palabras homófonas. Son numerosos los ejemplos que pueden ilustrar esta circunstancia del lenguaje, tales como hasta y asta, barón y varón, bello y vello, atajo y hatajo, cabo y cavo y otras muchas.
Si atendemos a la etimología de homófono, esta palabra proviene de dos vocablos griegos: homo, que significa igual, y phonos, que quiere decir sonido.
La homonimia
El hecho de que dos palabras sean homófonas hay que enmarcarlo dentro de un fenómeno general del lenguaje, la homonimia
Las palabras homónimas son las que tienen diferente forma y significado y, al mismo tiempo, una diferente etimología en el pasado. Sin embargo, a pesar de sus diferencias estas palabras han evolucionado de tal modo que tienen una forma muy semejante o igual. De hecho, homónima quiere decir palabras iguales.
La homonimia se manifiesta de dos formas diferentes: entre palabras homófonas ( tal y como hemos señalado más arriba ) y entre palabras homógrafas. Las palabras homógrafas son las que se escriben y se pronuncian de la misma manera, tal y como ocurre con los siguientes pares de palabras: cerca como adverbio o cerca como valla, sal como cloruro potásico y sal del verbo salir, lima como herramienta o lima como fruta, etc.
El problema de las palabras homófonas ilustrado con algunos ejemplos
Las palabras homógrafas no son especialmente problemáticas, ya que se escriben exactamente igual y solo es necesario conocer sus distintos significados. En cambio, las palabras homófonas sí originan algunos problemas, especialmente de tipo ortográfico.
La preposición a y ha del verbo haber son dos palabras que en ocasiones son confundidas en su ortografía y el motivo de la confusión radica en su idéntica sonoridad. Lo mismo sucede con hasta y asta (la primera es una preposición y la segunda es el cuerno de algunos animales), hecho y echo (se escribe con h cuando es del verbo hacer y sin h cuando es sinónimo de echar) o el caso de hojear y ojear (va con h si se trata de hojas y sin h cuando equivale a echar una mirada).
Estos ejemplos nos recuerdan que el conocimiento de las reglas ortográficas es clave para evitar posibles errores en la escritura. Los más comunes son los relacionados con la h, pero también con la g y la j (por ejemplo, un ajito es el bulbo de una planta y agito es el presente del verbo agitar), con la ll y la y (por ejemplo, arrollo del verbo arrollar y arroyo entendido como corriente de agua).
Fotos: iStock – sorbetto / Yuri
Trabajo publicado en: Ago., 2016.
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