Definición de Pariente
La palabra pariente la empleamos para designar a aquella persona que forma parte de nuestra familia formal ya que dispone de un lazo de consanguinidad con nosotros.
Persona que forma parte de nuestra familia por lazos sanguíneos, adoptivos o de afinidad
En tanto, si bien es un término que ostenta varios sinónimos, sin dudas, el que más usamos es el de familiar , que asimismo se emplea para denominar a un integrante de nuestra familia.
Ahora bien, los parientes, los familiares, presentan un lazo de parentesco, de consanguinidad, lo que justamente hace que los individuos que se hayan vinculados entre sí lo hagan por un lazo de sangre, que es lo mismo a decir que disponen de un ascendiente compartido.
En cuanto a la proximidad que presenta el parentesco, el mismo se determina tomando en cuenta la cantidad de generaciones que separan a los parientes en cuestión y se lo mide en grados.
Por caso, primer grado (padres e hijos) y segundo grado (abuelos, nietos, hermanos y cuñados).
Líneas de parentesco
Mientras tanto, la organización del vínculo consanguíneo está organizado a través de líneas de parentesco como ser: línea recta (en esta se incluyen los grados de individuos que descienden uno de otro), línea recta ascendente (implica la unión de alguien de quien se desciende de manera directa: padre, abuelo, bisabuelo, tatarabuelo), línea recta descendente (marca la unión de alguien con sus ancestros: hijo, nieto, bisnieto, tataranieto) y línea colateral (implica los diversos grados de individuos que comparten un ascendiente: hermano, tío, primo).
O sea, los grados son las generaciones, siendo el padre el que se ubicará en primer lugar en lo que concierne a la línea recta ascendente y en vinculación con su hijo.
Entre padre e hijo existe una generación mientras que entre nieto y abuelo existirán dos generaciones, y por caso se hablará de segundo grado.
En el específico caso de la línea colateral, para conocer los grados entre parientes es necesario sumar grados hasta ubicar el vínculo común, por ejemplo, el grado entre primos es el cuarto, porque el tercero será el sobrino, antecedido por el segundo que es el de hermano.
No podemos soslayar que hoy día la palabra pariente tiene una aplicación que va más allá de los lazos de sangre que estuvimos mencionando detalladamente líneas arriba, así es que el concepto se aplica por supuesto a aquellos familiares con los cuales se comparten lazos de sangre pero también a aquellos que componen nuestra familia por lazos adoptivos, o por la relación que se establece mediante el cónyuge, el famoso parentesco político, y también por afinidad es corriente que por ejemplo a un amigo se lo considere como a un pariente más.
Amor y peleas entre parientes
Generalmente, los parientes están unidos por el afecto, es decir, lo corriente es que amemos a nuestros familiares, porque crecemos y compartimos con ellos muchísimas cosas de la vida, las buenas y también los sinsabores, ahora bien, ser pariente no implica amor incondicional ni mucho menos, ya que hay muchos casos de parientes que no se quieren, incluso que directamente no se ven ni frecuentan.
Esta distancia puede deberse a situaciones de lejanía que genera que directamente el vínculo tradicional no fluya y entonces con el tiempo se pierda, o en su defecto por enemistad manifiesta, es decir, hubo una pelea que generó ese distanciamiento.
Deberes y derechos
En el plano civil, algunos lazos parentales demandan el cumplimiento de ciertas obligaciones y también derechos.
En el caso de los hijos, los padres tienen la obligación de educarlos y mantenerlos hasta la mayoría de edad, por lo cual si los padres se divorcian y el niño vive con su madre, es obligación del padre mantener al chico hasta que cumpla la mayoría de edad, a través de la entrega de una cuota alimentaria que fijará un juez.
Por su parte, los esposos también tienen deberes y derechos, uno de los derechos que suele entrar en litigio tras la separación es la de la división de bienes, o sea, aquellas disposiciones materiales que se hayan adquirido durante el matrimonio deberán ser repartidas a mitad igual cuando haya divorcio.
Por lo tantos si ello no se cumple, la parte afectada podrá demandar a su cónyuge ante la justicia.
Pero también, cabe destacarse, que en el uso coloquial de algunas partes de habla hispana se usa la palabra pariente para denominar al esposo respecto de su esposa y viceversa. “¿Cómo anda tu pariente? Hace tiempo que no viene al club…”
Trabajo publicado en: Abr., 2013.
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