Definición de Porfiriato
Porfirio Díaz fue presidente de México durante más de tres décadas, concretamente entre 1877 y 1911. Se trata de una figura histórica con dos caras diferenciadas, ya que para unos es un héroe nacional y para otros un personaje nefasto en la historia de México. En cualquier caso, su etapa de gobierno es conocida popularmente con una denominación, el Porfiriato.
Las dos visiones de Porfirio Díaz
Todavía en la actualidad se debate el papel de este personaje. En los primeros años de su mandato, logró unificar al país y frenar los distintos levantamientos.
En este sentido, se produjo un periodo de paz acompañado de un crecimiento económico y la aparición de una clase media hasta entonces inexistente. Sin embargo, el desarrollo del país fue muy desigual, ya que una gran parte de la población vivía en condiciones muy precarias.
Episodios importantes a mencionar
Porfirio Díaz llegó al poder porque había destacado como militar durante los conflictos bélicos entre México y Francia. Este general guajaqueño entró triunfante en la capital en 1876 tras un levantamiento que provocó la destitución del presidente Miguel Lerdo de Tejada.
En 1877 Porfirio Diaz asumió la presidencia de la nación. Sus dos grandes logros fueron la consolidación de las instituciones del estado y el fortalecimiento de la economía. Durante su mandato el ejército logró sofocar los distintos levantamientos y rebeliones. A partir de la pacificación del país, la iglesia católica recuperó una parte de sus bienes y volvió a tener protagonismo en el sistema educativo.
Los grandes empresarios y terratenientes se vieron favorecidos por la política de Porfirio Díaz. Así, el Porfiriato supuso un avance económico en distintos órdenes: en el sistema bancario, en la mejora del modelo fiscal y en la reducción de la deuda con los acreedores extranjeros. Uno de los símbolos del crecimiento económico fue el ferrocarril, ya que las vías férreas se desarrollaron de una manera notable.
La red de ferrocarril impulsó el comercio de plata y de otros minerales, así como un intercambio de productos agrícolas entre los distintos estados mexicanos
A pesar del crecimiento económico de las élites de la sociedad y de una incipiente clase media, una mayoría de la población se encontraba en una situación muy precaria. Hay que tener en cuenta que casi el 90 % de la población vivía en pequeños municipios dedicados a la agricultura y la ganadería.
Las ciudades mexicanas crecieron y se modernizaron, mientras que en el campo los peones vivían sometidos a las duras condiciones impuestas por los hacendados. Las desigualdades sociales durante el Porfiriato fueron notables y esta realidad se convirtió en el principal desencadenante de la Revolución de 1910.
Foto: Fotolia – michaklootwijk
Trabajo publicado en: Ene., 2018.
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