Definición de Presumido

La palabra presumido la empleamos para dar cuenta de aquella persona que se caracteriza por el orgullo y la vanidad que presenta en su manera de actuar y comportarse, y que constantemente lo impulsan a vanagloriarse de sí mismo y de aquello que ostenta y sabe.

Persona orgullosa, y vanidosa que todo el tiempo se vanagloria de sus cualidades y aptitudes aunque no sean tales

Debemos destacar que este concepto normalmente es utilizado en nuestra lengua con un sentido negativo, por lo que exponíamos, porque los presumidos hacen alarde de sus conocimientos y de otras tantas cuestiones, teniendo o no razón para hacerlo, es decir, sea justificado o no.

Básicamente, al presumido le encantará, al encontrarse entre un grupo de gente, de exaltar y comentar todas aquellas cualidades que dice poseer, los logros obtenidos en su vida, los méritos, el poder que detente ante determinado público y también, en el caso que así sea, los bienes materiales que ostenta.

Cabe destacarse que justamente será esta disposición la que llevará a la persona a alabarse en exceso, creyéndose capaz de realizar cualquier cosa, y por supuesto de hacerlo mucho mejor que nadie en el mundo entero, aunque la realidad no sea para nada así.

Rasgos salientes: falta de empatía, búsqueda del éxito social y desprecio hacia sus pares

Entonces, en el ámbito social lo reconoceremos fácilmente al presumido porque será aquel que desde el comienzo al fin de una reunión lo encontraremos hablando de sí y nada más que de sí mismo.

Es recurrente que en esa reiterada valoración propia, el presumido se incline a desvalorizar a quienes se hayan a su alrededor, porque de este modo marcará aún más su supremacía respecto del resto.

Esta es una de las características más recurrentes entre los presumidos, hacer gala de sí mismo en el aspecto que sea y remarcar la ignorancia o la falta de cualidades y aptitudes que ostentan quienes lo rodean.

De este modo, vanagloriándose de sí mismo y exponiendo las carencias de los otros el presumido considera que se hace mucho grande, importante y valioso respecto del resto, y justamente este es su cometido, destacarse y mostrar que es el mejor de todos, aunque no lo sea como veníamos diciendo.

De lo expuesto se desprende que quien se muestra y presenta de este modo no tendrá una valoración para nada positiva de parte de su entorno o grupo, sino más bien todo lo opuesto, porque a la gente, generalmente, le molesta aquella persona como el presumido que destaca nada más que lo propio y que tiende a desmerecer aquello que hace otro, simplemente porque él no lo está haciendo o logrando.

En muchos casos, si se analiza a fondo la historia y la psiquis de la persona presumida nos encontraremos con la sorpresa que no todo lo que reluce es oro, como dice el dicho popular, y que en realidad detrás de esa persona que parece comerse el mundo hay una persona con una gran falta de autoestima, que precisamente necesita de todos esos alardes para no demostrarse débil frente a los otros.

Claro que a veces es necesario de una mirada profesional o de mucho conocimiento para poder determinarlo.

Los presumidos están constantemente buscando el éxito social, en tanto, no presentan ni una pizca de empatía con nadie y esto es así porque son personas con mucho miedo, que necesitan crearse un personaje y una realidad que no es para poder afrontar la vida.

Por lo expuesto, por esa constante tendencia a presumir, la agresividad para con quienes los rodean y la ausencia absoluta de empatía es que las personas presumidas son normalmente rechazadas en el plano social, costándoles forjar amistades y relaciones duraderas.

Asimismo, cuando una persona se ocupa en demasía de su aspecto físico, es decir, se ocupa de su imagen, de estar siempre impecable, con buena ropa, buen olor, entre otras cuestiones, decimos que es presumido.

Entre los sinónimos que más empleamos para esta palabra surgen el de orgulloso, vanidoso y el de coqueto , para el segundo sentido del término.