Definición de Prevención de Riesgos
Toda actividad laboral implica, en mayor o menor medida, ciertos riesgos potenciales para la salud. Así, una enfermera se puede pinchar utilizando una jeringuilla, un carpintero puede herirse al manipular la madera con una sierra y un conductor de autobús puede sufrir un accidente de tráfico. Para minimizar los posibles accidentes o daños contra la salud se ponen en funcionamiento medidas de prevención, las cuales reciben la denominación genérica de prevención de riesgos.
El concepto de riesgos laborales es aplicable a cualquier riesgo potencial: las condiciones de seguridad, en relación con el medio en el que se desarrolla una actividad, en relación con la presencia de contaminantes químicos o biológicos o bien referirse a las exigencias mentales o físicas del trabajo.
Planes de prevención de riesgos
En la mayoría de países existe una legislación por la cual las empresas están obligadas a cumplir normas de tipo preventivo para evitar accidentes o para minimizar las enfermedades asociadas a cada sector laboral. La legislación representa un marco general que posteriormente debe concretarse en un plan específico elaborado por cada empresa.
Los planes de prevención no garantizan de manera absoluta que los riesgos laborales desaparezcan por completo, pero sí minimizan su impacto.
La prevención de riesgos supone la implantación de una serie de medidas para mejorar las condiciones de trabajo aplicando medidas de seguridad, de higiene industrial, de medicina laboral, de formación o de ergonomía.
Para que un plan de prevención sea efectivo, la empresa que está obligada a cumplirlo debe darlo a conocer a todos sus trabajadores sin distinción. El empresario tiene la obligación de guardar los certificados que acrediten el cumplimiento del plan en materia preventiva.
Aspectos claves en los planes de prevención de riesgos
La actividad preventiva debe entenderse en tres dimensiones:
1) como una exigencia legal que debe cumplirse,
2) como un conjunto de medidas para que los trabajadores realicen su actividad diaria en las mejores condiciones posibles y
3) como una estrategia que sirve para reducir costes empresariales (por ejemplo, cuando un trabajador enferma por un accidente laboral que podría haberse evitado, se produce un perjuicio para la empresa).
Las políticas preventivas se tienen que organizar de manera sistemática para integrar la prevención en todos los niveles de una empresa.
El punto de partida de cualquier plan es la evaluación inicial de riesgos. Por otra parte, es necesario revisar las actuaciones que se llevan a término en el lugar de trabajo. Para que este proceso sea eficaz, resulta conveniente que haya un control externo de carácter objetivo que evalúe la calidad del sistema de prevención.
Fotos: Fotolia – rudall30 / fizkes
Trabajo publicado en: Ene., 2017.
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