Definición de Prisión
La prisión es una dependencia que generalmente depende de los gobiernos y cuya misión es la de encerrar a aquellos individuos que han sido condenados por la comisión de algún delito, aunque también existen prisiones en las cuales se encierran a los prisioneros de guerra. Una prisión es uno de los tantos componentes del sistema judicial de una Nación.
Lugar acondicionado y destinado al encierro de delincuentes
Al conjunto de prisiones de un territorio determinado se lo denomina como sistema penitenciario y será la organización sobre la cual recaerá la responsabilidad de su administración y dirección.
Para garantizar el encierro y evitar que los presos se fuguen, las prisiones, cuentan con determinadas características que garantizan ello: guardia cárceles, que son profesionales entrenados para controlar la seguridad dentro del predio carcelario; celdas compuestas por barrotes de hierro y cerrojos que impiden que el preso salga cuando no está permitido; cámaras que graban diferentes lugares sensibles y que permiten el monitoreo, aunque esta no es una condición presente en todas las prisiones y mayormente depende de los recursos financieros del país en cuestión.
En tanto, y como ya se comentó al comienzo de la reseña, a las prisiones son enviados todas aquellas personas que cometieron un ilícito: robo, asesinato, estafa, abuso sexuales, entre otros, y que fueron correspondientemente juzgadas por un tribunal y halladas responsable del mismo; pero también se suele enviar a prisión a aquellas personas que se presume pueden entorpecer la investigación que se lleva en su contra, y entonces, el magistrado decide dictarles la prisión preventiva para garantizar el debido proceso.
Prisión política
No podemos soslayar que también las cuestiones políticas pueden determinar el encarcelamiento de una persona, especialmente en aquellos países en los que existe una dictadura o una forma de gobierno autocrática. Por tanto, todos aquellos que se manifiestan públicamente en contra del estado de cosas son plausibles de ser detenidos en una prisión, muchas veces sin una orden de un juez y sin recibir un debido proceso judicial.
Objetivos ideales de la prisión
Entre los principales objetivos que una prisión se propone conseguir se cuentan las siguientes: proteger (aislando de la sociedad a aquellos elementos peligrosos que rompan la estabilidad y armonía), reeducar (a los prisioneros para que tras cumplir la condena puedan reinsertarse en la sociedad con otros valores), disuadir (a los que pretendan cometer acciones que se opongan a la ley), acallar (en contextos de dictaduras, la prisión resulta ser una herramienta muy útil para alejar a las posturas contrarias que atentan contra la vigencia del poder).
Si bien en casi todo el mundo es la justicia quien decide si un individuo debe cumplir sentencia en la prisión también la privación de la libertad de alguien puede ser establecida por el ejército, personal de aduanas, la policía, entre otros.
Cuestionamientos a la función reducadora de la prisión: la violencia y la droga muy presentes en las cárceles
Uno de los principales cuestionamientos que reciben las prisiones es su función reeducadora, ya que en muchísimas partes del mundo, las prisiones, en vez de ayudar al preso y prepararlo para que cuando le llegue el momento de regresar a la vida en sociedad lo hagan de manera renovada y distinta, sabiendo y reconociendo los errores cometidos para no volver a caer en ellos, en la práctica, no hacen más que seguir contribuyendo a la mentalidad delictiva de los prisioneros como consecuencia de la violencia y la delincuencia que se fomenta en ellas.
Conocido es por la gran cantidad denuncias que existen en diversas partes del mundo al respecto, y asimismo por las investigaciones que llevan in situ los medios de comunicación masiva, que en las cárceles se comercializan drogas y que constantemente existen episodios de ataques y peleas cruentas entre los presos que pertenecen a bandos opuestos.
Estos enfrentamientos suelen tener la finalidad de ganar la autoridad en un pabellón o grupo, y en muchos casos no se limita el uso de la violencia con tal de conseguir ese poder que permitirá conseguir muchas prebendas en la prisión.
Corrupción y hacinamiento, los orígenes
El estado de cosas que acabamos de describir, en la mayoría de los casos, es el resultado de la corrupción que se encuentra enquistada en el sistema penitenciario, que en vez de reprimir la delincuencia en las cárceles la facilita y propicia; y por otra parte las condiciones sumamente precarias que padecen las prisiones genera que los presos junten más odio y cuando salgan de allí en realidad lo que más desean es vengarse.
Uno de los principales problemas que sufre el servicio penitenciario, especialmente en los países menos desarrollados, es el hacinamiento de los reclusos como consecuencia de la superpoblación de presos en las cárceles.
Y por otra parte la palabra prisión en un sentido figurado se emplea para referirse a aquello que ata, sujeta o limita la libertad de alguien. “Mi hijo es mi prisión”.
Trabajo publicado en: Jun., 2010.
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