Definición de Realidad Objetiva

Existen dos conceptos que muestran el universo emocional de un ser humano: la realidad subjetiva remite al punto de vista personal que el sujeto realiza sobre un hecho concreto. Sin embargo, el conocimiento objetivo de la realidad implica el conocimiento de la realidad en sí misma, tal y como es.

La más pura y sincera perspectiva

La realidad objetiva muestra la esencia de las cosas, más allá de cómo podrían ser a nivel ideal. Es decir, la objetividad remite al realismo. La ciencia profundiza especialmente en el conocimiento objetivo de la realidad a través de la observación que muestra una relación de causa y efecto.

La objetividad del periodista

La objetividad también es un objetivo fundamental en la profesión del periodista cuando aquel que trabaja como redactor en un medio impreso o digital debe de ser neutral para contar una noticia aportando datos objetivos que son un signo de rigor que aporta veracidad a una información concreta. Un periodista que escribe un artículo de opinión como indica el propio nombre de este texto periodístico sí está aportando su opinión subjetiva a partir de una realidad concreta.

Al igual que un crítico de cine que comparte su opinión sobre una película. Sin embargo, cuando un periodista informa sobre un suceso, apuesta por la objetividad que es fundamental para contar una información sin influir en la opinión del lector.

Realidad objetiva en el amor

Desde el punto de vista emocional, es muy importante que una persona vaya más allá de su propia forma de interpretar un hecho para poder acercarse a la objetividad de cómo son las cosas puesto que los seres humanos también podemos quedar encerrados en nuestro propio punto de vista como consecuencia del ego, la soberbia o la implicación emocional. Así ocurre, por ejemplo, en el amor.

Cuando una persona se enamora y no es correspondida puede tardar más tiempo en darse cuenta de esta situación que los amigos más cercanos que observan el desinterés por parte del otro. ¿Por qué ocurre esto? Porque la distancia emocional aporta, precisamente, una mayor objetividad puesto que cuando una persona está implicada en una situación, puede experimentar la oposición entre corazón y razón.