Definición de Represa

Una represa es una construcción de tipo hidráulico. Su finalidad es la retención del agua de los acuíferos y de los ríos para almacenarla y para que luego pueda ser utilizada por los habitantes de una comunidad, un pueblo o una ciudad.

Orígenes y bases de construcción

Estas obras hidráulicas se desarrollaron en la antigüedad y fueron los acueductos romanos las primeras construcciones que se crearon como represas. En su origen se construían en aquellas zonas donde el agua escaseaba y era difícil su obtención. Además de abastecer de agua a la población, también tenían la función de abastecimiento agrícola. La idea fundamental de la antigüedad continua vigente en la actualidad y los cambios realizados son exclusivamente técnicos.

Las represas se construyen generalmente entre dos cerros en el cauce de los ríos, donde se comunica el agua hasta un gran embalse en forma de lago, desde el cual se lleva agua dulce a las zonas agrícolas y a la población a través de una red de tuberías. En este sentido, hay que tener en cuenta que las represas tienen un valor estratégico, pues el control del agua es imprescindible para la vida y para el desarrollo económico.

Las represas como símbolo de progreso

En los siglos XlX y XX las naciones prósperas se dieron cuenta de la importancia de las cuencas de los ríos y se pusieron en marcha grandes construcciones para controlar el agua. Las represas se convirtieron en obras faraónicas y grandes símbolos de progreso.

¿Cómo están conformados estos gigantes?

Normalmente se construyen a partir de una estructura de hormigón de gran envergadura. Las represas se convierten también en una plataforma para la producción de energía, por lo que también se habla de represas hidroeléctricas. Se utiliza la energía del agua para hacer un embalse, en el que se activan turbinas que producen electricidad. Los generadores hidroeléctricos de algunas represas producen millones de kilovatios de energía, lo que permite iluminar ciudades con millones de habitantes.

Uno de los aspectos problemáticos de estas construcciones es la necesidad de desviar el curso de los ríos en la mayoría de casos. Esta circunstancia implica que los hábitats naturales se ven afectados de una manera evidente. Por este motivo, los movimientos ecologistas se oponen a algunas represas, pues el progreso que proporcionan es relativo y discutible. Como es lógico, los partidarios de su construcción argumentan que la función de las represas es sinónimo de progreso (proporcionan agua, crean energía e impiden posibles inundaciones de los ríos).