Definición de Reverencia

Una reverencia es una muestra de respeto hacia alguien. Esta acción se realiza normalmente con una ligera inclinación de la cabeza como símbolo que comunica una especial consideración. En la vida cotidiana es infrecuente este tipo de manifestaciones y son más propias de actos protocolarios oficiales, en los que unas personas expresan una consideración a un mandatario o a una persona de gran relieve.

La reverencia es una forma de saludo universal, ya que en todas las sociedades hay individuos que tienen una consideración social singular (una autoridad religiosa, militar o política). Atendiendo a su etimología, es un término que viene del latín (reverentia) y significa temor respetuoso. Si tomamos como referencia su sentido etimológico, llama la atención que el respeto vaya acompañado del temor, lo cual implica que la acción de la reverencia obedecía en su origen al miedo que se tenía a la autoridad.

Tipos de reverencia

No hay una única forma de hacer una reverencia, pues en cada contexto se realiza con unas pautas determinadas. Se podría hablar de varias modalidades: una ligera inclinación de cabeza, con una genuflexión de la rodilla o una combinación entre ambas posturas. Estas formas de respeto forman parte de la tradición de la monarquía europea y su uso se mantiene en algunos actos muy concretos.

Reverencia como forma de sumisión

La institución de la monarquía ha evolucionado en la mayoría de países, pero durante siglos ha sido un símbolo de poder absoluto, por lo que el acto de la reverencia expresaba sumisión (las personas no eran ciudadanos sino que tenían la condición de súbditos y debían mostrar su devoción al monarca). Así, la reverencia como saludo respetuoso en el mundo de la corte tenía un sentido jerárquico y una justificación divina, ya que se consideraba que el rey tenía el poder porque así lo había querido Dios.

Una manifestación de respeto

La idea fundamental de la reverencia es el mensaje de respeto que lleva implícito. En este sentido, esta costumbre se produce igualmente en el mundo del espectáculo (teatro, circo o conciertos), cuando los artistas se inclinan ante el público asistente en el momento en que acaba la función, indicándose así que agradecen los aplausos de los espectadores.

En el contexto de un homenaje a una persona célebre o con algún mérito especial, es muy habitual que el acto finalice con una reverencia del homenajeado como gesto de gratitud.

Las tres situaciones mencionadas (la tradición monárquica, los artistas en el escenario o un homenaje), tienen algo en común: la reverencia se presenta como una expresión de comunicación no verbal, con una carga simbólica y una dosis importante de solemnidad.