Definición de Ritual
Un ritual esta compuesto por una serie de acciones, actitudes, emparentadas, marcadas o signadas por algún valor simbólico y que generalmente encuentran un sentido o razón de ser en el contexto de una religión o la tradición de alguna comunidad.
Aunque esto último no siempre es así, o sea, por ejemplo se entiende como ritual la veneración y el rezo a través del uso de velas o en su defecto de estampitas del dios de alguna religión, pero ritual también puede ser una actividad o acción cotidiana que por su reiteración en el tiempo se convierte en una especie de costumbre irreductible para una persona. Por ejemplo, si yo me levanto todos los días a las 7:30 de la mañana y tomo una taza de café con leche acompañado siempre de tres tostadas con dulce, eso también se entiende como un ritual: la repetición de una misma acción y bajo las mismas circunstancias en el tiempo. Vale destacar que algunos rituales pueden convertirse en verdaderos hábitos patológicos cuando su reiteración sistemática no puede ser abandonada por una persona sin provocarle perjuicios para su modo de vivir o su calidad de vida. En los niños con autismo, por ejemplo, la necesidad de una sistemática absoluta en su organización hace que las violaciones a ese esquema desencadenan verdaderas crisis.
Entonces, de esto se desprende que los rituales tienen dos razones de ser, por un lado, la estrictamente religiosa que es la generada por alguna necesidad, como ser la de fecundidad o el crecimiento de las cosechas, en el caso de las culturas animistas… y, por otro lado, la costumbre que es la que corresponde al último caso que mencionaba en el párrafo anterior.
En las sociedades primitivas, los rituales tenían una razón de ser especial, como la de, por ejemplo, validar la entrada de una persona en la vida adulta. En algunas culturas africanas, era muy común la realización del denominado «rito de iniciación de la serpiente», en el que por supuesto había uno de estos reptiles en escena, además de las personas que lo convocaban y el niño (que estaba por dejar de serlo). En este caso particular, se utilizaba a modo de alegoría un ser como la serpiente por el cambio de piel que se produce en ella como símbolo de mutación para querer significar casi lo mismo: el crecimiento, en el caso de este niño africano que dejaba de serlo para pasar a convertirse en un adulto. Vale el mismo concepto para otros grandes cambios de la vida, como la boda, la maternidad e incluso el entierro de los muertos. En distintos grados, las grandes religiones mantienen sus rituales, con el fin de facilitar su realización por parte de los fieles que hablan distintas lenguas en todo el mundo.
En términos estrictos, la pérdida de valores religiosos en muchas sociedades ha dado lugar a la aparición de conductas que, desde el punto de vista científico, continúan siendo rituales, adaptados y modificados para una mejor «aceptación» en una sociedad mundana. Un clásico ejemplo lo constituyen las celebraciones para festejar los quince años de las adolescentes, en ocasión de la cual se llevan a cabo grandes fiestas con determinadas modalidades y hábitos. Asimismo, algunos estudiosos de la conducta humana creen que el nacimiento de los deportes ha sido una adaptación de los antiguos hábitos de cacería del hombre primitivo, rodeados de rituales inquebrantables, que se han modificado para dar lugar a las reglas de cada uno de los deportes colectivos que conocemos en la actualidad.
Por lo tanto, los rituales forman parte de la vida cotidiana, en versiones adaptadas a los tiempos modernos de las grandes ciudades, en cada una de nuestras acciones individuales y colectivas.
Trabajo publicado en: Dic., 2008.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.