Definición de Semiótica
Licenciada en Letras Hispánicas
1. Ciencia que explora el comportamiento y la comunicación simbólica, es decir, cómo los signos, logotipos, gestos y otras formas lingüísticas o no lingüísticas son creados e interpretados por la sociedad, convirtiéndose en un sistema con significado.
Etimología: Por el griego σημειωτική (sēmeiōtikḗ), femenino de σημειωτικός (sēmeiōtikós), formado por σημεῖον (sēmeiōn), por ‘signo’, y el sufijo -ica, como propiedad asociativa, cuyo origen remite a las señales o indicios en torno de una afección, a lo que el psiquiatra y filosofo británico John Locke (1632-1704) le atribuye un sentido sociocultural para describir una Doctrina de Signos, en su trabajo An Essay Concerning Human Understanding, 1689.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: se-mió-ti-ca.
Semiótica
La semiótica tiene la función de interpretar los signos, constituyendo la disciplina que se ocupa de su análisis y cómo estos funcionan dentro de un sistema. A lo largo de la historia de los estudios lingüísticos ha sido difícil presentar una definición completa de semiótica. Esto se debe fundamentalmente a que el objeto de estudio puede contener diversas acepciones y es complicado dotar a ese único término todas las interrogantes que se presentan con respecto a esta cuestión.
Sin embargo, se puede llegar a un acuerdo en cuanto a que la semiótica es considerada como la teoría de los signos. Pero que los “signos” carguen todo el peso de la disciplina obliga a los estudiosos a relacionar el campo con otras disciplinas como la filosofía, antropología, sociología, etc.
Historia de la semiótica
Sus orígenes se ubican en la antigua Grecia, donde Platón ya teorizaba acerca del lenguaje y el origen de las palabras en su “Crátilo, o de la palabra”. En este diálogo el autor no se interesa por el lenguaje en general, sino la palabra y cómo esta es una construcción social en analogía con la naturaleza de las cosas que representa. Aristóteles también dedica su obra “Poética” al análisis del lenguaje, en este caso enfocándose en los sustantivos.
Entre los momentos más destacados de la historia de estos estudios, se encuentra el debate que tuvo lugar en el mundo antiguo entre los estoicos y los epicúreos (alrededor del año 300 a.n.e. en Atenas). En este los participantes se centraron en la diferencia que existe entre los “signos naturales” (los que se dan libremente en la naturaleza) y los “signos convencionales” (diseñados específicamente para la comunicación). Uno de los resultados fue la delimitación de lo que conocemos como síntoma médico, lo que para los estoicos era el signo por excelencia.
Otro teórico de los signos fue San Agustín en la Edad Media, quien los consideró como apropiados para la reflexión filosófica. Su contribución fue expresar que las palabras parecen ser correlatos de “palabras mentales”, lo cual fue un gran avance para el estudio de los signos.
Fue Ferdinand de Saussure uno de los fundadores de la tradición europea y el primero en definir “semiología” como “ciencia general de todos los sistemas de signos (o de símbolos) gracias a los cuales los hombres se comunican entre ellos”. Charles Sanders Peirce fue el creador de la tradición anglosajona y dota a la teoría de un carácter lógico y formal, afirmando que la semiótica es la “doctrina casi necesaria o formal de los signos”. Estos dos son considerados los fundadores de la semiótica moderna; uno acentúa el carácter humano y social, el otro se enfoca en la lógica y la formalidad.
Sin embargo, estos no son los únicos enfoques. Umberto Eco es uno de los teóricos más influyentes de la actualidad y considera que esta disciplina incluye dos campos de estudio, igualmente necesarios en el desarrollo de su análisis: la teoría de códigos y la teoría de la producción de signos.
Semiótica y semiología
De manera oficial, los términos no presentan diferencia. La cuestión radica en el uso, ya que se adjudica el término semiología más a la tradición europea (representada fundamentalmente por Saussure) y semiótica a la tradición anglosajona (representada por Peirce).
Los dos se utilizaron de forma indistinta durante mucho tiempo, hasta que en el primer congreso de la Asociación Internacional de Semiótica (1969), los estudiosos se decidieron por semiótica.
Ya que el objeto central es el signo, considerando el signo lingüístico como el representante por excelencia de un sistema de comunicación, la semiótica se constituye igualmente, como parte de una teoría lingüística. María del Carmen Bobes distingue la semiótica que analiza la lengua como sistema de comunicación y la que analiza otros sistemas de signos, donde se incluye el sistema de signos literarios.
Ícono, símbolo e índice
Ya que el signo se constituye como epicentro de toda teoría semiótica, es conveniente su definición más completa.
Mientras Saussure mantiene que el signo tiene dos aspectos, significante y significado, Peirce agrega un tercer elemento, volviendo el concepto tripartita: el interpretante. Este se refiere a quien recibe la señal, que interpreta y da significado al signo primero.
Para Peirce, el signo es aquello que está en el lugar de algo.
Ejemplo: la palabra caballo, en el lugar del objeto.
Este signo consta de los dos aspectos señalados por Saussure (que Peirce llama representamen y objeto), pero él considera que los signos hacen más que reemplazar o sustituir las cosas, sino que funcionan como factores en un proceso de mediación. Mediación a la cual llama interpretante; este es otro signo.
Si se establece una relación del lenguaje con el pensamiento, el signo consta además de tres elementos:
1. Cualidad material, que da al pensamiento su cualidad.
2. Aplicación denotativa pura, conexión que pone un pensamiento en relación con otro.
3. Función representativa, que convierte al signo en una representación.
Estas cualidades permiten la diferenciación entres algunos tipos de signo, que siguiendo la semiótica peirciana es importante conocer:
A. Ícono (el signo tiene alguna cualidad del objeto, guarda cierta analogía con el objeto, manifiesta algunos rasgos pertinentes del objeto).
B. Símbolo (el signo manifiesta una relación convencional con el objeto, es una ley, un hábito).
C. Índice (el signo tiene alguna relación existencial con el objeto, existe uno porque existe el otro).
Ejemplos: un colgante de cruz
Ícono: guarda analogía con la cruz en la que fue crucificado Cristo.
Símbolo: convención social, representa a la iglesia.
Índice: puede indicar que quien lo usa es cristiano (o seguidor de las doctrinas cristianas).
Art. actualizado: mayo, 2022; ref. original: Marzo, 2010.
Referencias
- Bobes Naves, M. del C.: La semiótica como teoría Lingüística.- Cobley, P. & Jansz, L.: Semiótica para principiantes.
- Sander Peirce, C.: Semiótica.
- Saussure, F.: Curso de Lingüística General.
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