Definición de Sexismo

El sexismo es el comportamiento humano que justifica la desigualdad entre hombres y mujeres. Así, el concepto sexismo tiene un evidente sentido peyorativo, pues es una manera de entender los roles masculino y femenino según una diferencia cualitativa entre ambos. Quien tiene una actitud de este tipo es un sexista y considera legítimo que haya una consideración distinta entre los hombres y las mujeres.

El sexismo se pone de manifiesto en todo tipo de comportamientos y contextos: en la diferencia de salarios entre los dos sexos, la desigualdad en la responsabilidad en el cuidado de los hijos o en algunas tradiciones sociales en las que el hombre tiene una mayor consideración social.

El sexismo y su desvanecimiento con el correr del tiempo

En la actualidad el sexismo como actitud y como mentalidad social ha perdido protagonismo si lo comparamos con otros tiempos, en los que la mujer se encontraba en una evidente situación de desprotección y falta de reconocimiento social (un ejemplo muy significativo en relación con el cambio social es el sufragio femenino, que ha sido una conquista política que se alcanzó en el siglo XX y tras una intensa lucha del movimiento feminista). A pesar de los innegables avances, el sexismo todavía está presente en el conjunto de la sociedad y vale la pena recordar los casos más significativos.

Situaciones de sexismo

Si partimos de la idea de que sexismo implica un trato desigual entre hombres y mujeres, hay circunstancias en las que esta realidad se presenta con bastante notoriedad. En la mayoría de religiones los cargos relevantes son ocupados por hombres y el motivo de esta discriminación se basa en criterios que se adoptaron hace siglos y que hoy en día resultan anacrónicos. En la esfera de la política se han incorporado medidas para corregir el sexismo (una de las más conocidas es la introducción de listas electorales paritarias entre los dos sexos).

Discriminación latente, aunque cada vez con menor frecuencia

Para algunos analistas, las leyes existentes no impiden que en la realidad todavía se presenten actitudes discriminatorias y muchas de ellas se manifiestan a través del lenguaje sexista o directamente machista (expresiones como “esto es cosa de hombres” o algunos dichos populares y refranes que menosprecian a la mujer).

Algunas propuestas educativas defienden la separación de los alumnos en función del sexo. Los defensores de este tipo de medidas consideran que los resultados académicos son mejores si los alumnos y alumnas no comparten la misma aula. En cambio, los detractores entienden que estas medidas son sexistas y que en el ámbito escolar es positivo que los dos sexos compartan vivencias sin ningún tipo de separación.