Definición de Sobreactuar

Existen profesionales que trabajan como actores o actrices, profesionales que tienen el don de meterse en la piel de un personaje y dar vida a un papel concreto. Una de las claves de un buen actor es la naturalidad.

Es a través de esta naturalidad como parece que aquello que dice o hace un actor es verdad y está ocurriendo realmente. ¿Cuál es, por el contrario, una cualidad propia de un mal actor?

Un mal actor

La sobreactuación, es decir, transmitir mucha artificialidad en un diálogo o en un gesto. Se trata de una forma de actuar exagerada en la que el actor parece fingir más que transmitir verdad con su papel. Cuando un actor sobreactúa se nota, que no se siente cómodo con su personaje. Los críticos de cine pueden juzgar de un modo negativo el trabajo de un actor en el caso de que consideren que ha estado sobreactuado, poco creíble en su papel.

Un actor que actúa de esta forma no transmite verosimilitud, de esta forma, no produce empatía en el espectador que se distancia ante la poca credibilidad de sus palabras y gestos. La falta de sobreactuación es muy importante para ganar solidez profesionalidad y afianzar un nombre propio.

Estudiar, y practicar para mejorar

Para poner freno a la sobreactuación no solo es imprescindible tener talento natural para la interpretación sino también, recibir formación en arte dramático puesto que el talento por sí mismo no se potencia. Es muy importante recibir clases para poder hacer pruebas prácticas y recibir correcciones adecuadas de un profesional. La labor de un actor es comunicar por lo que cuando existe sobreactuación, falla la expresión.

Sobreactuar en el contexto coloquial

El término de sobreactuación no solo puede referirse al modo de trabajar de un actor sino también, al comportamiento de una persona que se muestra exagerada en sus actitudes y gestos. La sobreactuación está relacionada con la hipocresía que muestra una mentira y una artificialidad.

Por ello, la sobreactuación también produce desconfianza por parte de los demás que observan actitudes que consideran extrañas. Sin embargo, conviene puntualizar que una persona puede resultar sobreactuada en su modo de ser sin haberse dado cuenta de ello. Es decir, no es positivo juzgar a las personas a partir de su apariencia.