Qué es Stalkear

Las redes sociales están influyendo en el lenguaje y en las costumbres sociales y el término stalkear es un claro ejemplo de ello. Este término proviene del verbo inglés to stalk, que quiere decir acosar o espiar. Se usa esta palabra de manera españolizada en relación con la costumbre de revisar de manera habitual el perfil de otra persona en una red social, ya sea en Facebook, YouTube, Twitter o cualquier otra.

Hay ciertos niveles de stalkeo, desde uno de tipo casual hasta un stalkeo más obsesivo. En cualquier caso, la finalidad de esta acción es curiosear sobre los demás (qué fotos cuelgan, qué comentarios hacen, conocer sus aficiones y saber qué está haciendo alguien en alguna red social). Se podría decir que stalkear es una mezcla de revisar, espiar, acosar y curiosear a otras personas.

En cuanto al propósito del stalkeo, no hay un único objetivo, ya que puede estar relacionado con un amigo a miles de kilómetros, con una ex novia o con la actividad de una empresa competidora. Si consultamos en internet podemos encontrar explicaciones detalladas sobre cómo se debe stalkear, es decir, cuál es el procedimiento informático que se debe seguir.

Cómo stalkear a alguien sin que sospeche

Si bien stalkear no es políticamente correcto, es evidente que es una práctica generalizada, pero es deseable que el stalkeo se haga con ciertas precauciones. De esta forma se evitará que nuestras «víctimas» puedan conocer la curiosidad o interés que tenemos por ellos.

Es aconsejable hacer una lista de las principales redes sociales que utiliza la persona stalkeada. En especial se debe comprobar su participación en Facebook, Twitter e Instagram.

En el caso de no ser amigo o conocido del stalkeado, es conveniente no utilizar el perfil personal. En este sentido, resulta igualmente útil emplear un navegador diferente al habitual para así no dejar ninguna huella de nuestra actividad.

Ciertos fallos en el «espionaje» es mejor no cometerlos (por ejemplo, un Me gusta en una imagen no actual o cometer el desliz de comentar a la «víctima» alguna información que solo puede conocerse a través del stalkeo).

Obsesiones relacionadas con las redes sociales

El stalkeo en un nivel descontrolado puede llegar a ser adictivo. No es la única adicción o manía relacionada con las nuevas tecnologías. De hecho, un número significativo de personas están convencidas de haber recibido una llamada que en realidad no se ha producido. Hay personas que padecen ansiedad cuando no pueden utilizar un dispositivo móvil. También se da el caso de estados depresivos por tener pocos amigos en Facebook.

Los problemas personales relacionados con las nuevas tecnologías no han hecho más que empezar y es previsible que en un futuro se estudie científicamente este tipo de conductas.

Fotos: iStock – maselkoo99 / ruhrgebiet