Definición de Tumba
La tumba es un tipo de edificación de piedra o excavada en la misma tierra, relativamente pequeña, y que se encuentra destinada para alojar a los difuntos una vez consumada su muerte y tras el velorio.
Construcción de piedra o producto de la excavación de la tierra en la cual se entierra a una persona luego de fallecer
La misma puede construirse totalmente bajo tierra, tal como sucede en los cementerios, es decir, se levanta la tierra generando un pozo de determinadas dimensiones y en el hoyo que resulta se alojará el cajón con los restos del fallecido.
Vale destacarse que al cajón en el cual se aloja al difunto se lo denomina ataúd.
Aunque, también, pueden hallarse tumbas dentro de una Iglesia o a instancias de su cripta.
Cabe destacar, que la cripta es un tipo de edificación subterránea destinada especialmente al entierro de personas fallecidas.
Su utilización era algo sumamente frecuente en la antigüedad por lo cual muchas iglesias eran elevadas del nivel del suelo para así poder construir bajo las mismas una cripta en la cual albergar a los difuntos.
Construidas en cementerios, catedrales, iglesias, fincas privadas
Normalmente, las criptas se disponen en el ábside, aunque, también se pueden encontrar bajo las alas o las naves laterales.
Pero si bien las iglesias han sido los lugares más comunes en los cuales se construyeron las criptas, también, son plausibles de hallar en cementerios, en catedrales o en fincas privadas, especialmente en aquellas que son propiedad de familias acaudaladas y entonces, cada vez que un miembro de la familia fallece es sepultado en la cripta o bóveda familiar.
Debemos destacar que no es una práctica de ayer nomás sino que hoy día sigue muy vigente en algunas familias y con miembros de la iglesia.
En el caso de las tumbas individuales, una vez que se procede a la inhumación de los restos, las misas son selladas, mientras, las criptas familiares, mencionadas líneas arriba, normalmente, disponen de una puerta para acceder a las mismas cada vez que resulta ser necesario.
Los cementerios, el lugar físico al cual son llevados los difuntos, es también el lugar en el cual se agrupan las tumbas.
La lápida, un recurso para darle identidad a cada tumba
Para identificar cada tumba y también para facilitar su ubicación dentro de los cementerios, las mismas, suelen estar acompañadas de una lápida, una piedra plana rectangular a la cual se le graba una inscripción que contiene los datos del fallecido: nombre, año de nacimiento y de fallecimiento, algún símbolo de su credo y en algunos casos hasta suelen ostentar dedicatorias de familiares, citas religiosas o alegóricas (epitafios).
Historia del uso de este tipo de construcción
La práctica de enterrar a los difuntos se remonta a los tiempos iniciáticos de la humanidad, en los primeros tiempos se utilizaban directamente rocas para tapar a los difuntos y así cubrir la extensión del cadáver, luego, comenzó a usarse la técnica de cavado en la tierra, en el hoyo se alojaba al muerto y sobre él se arrojaban piedras o tierra para cubrirlo, en tanto, luego, apareció el ataúd que es una caja de madera que está especialmente diseñada y destinada a colocar al fallecido, para trasladarlo a su velatorio donde los amigos y familiares lo despedirán a cajón abierto o cerrado, y finalmente el mismo es trasladado hasta la tumba para ser inhumado.
La finalidad de esta acción mezclaba fines religiosos pero también de preservación de la higiene.
Si avanzamos un poco más allá de los inicios de la humanidad nos encontramos con la fantástica y avanzadísima civilización egipcia que utilizó construcciones monumentales y emblemáticas para enterrar a los faraones fallecidos.
Los faraones eran la máxima autoridad del imperio y también eran los referentes de la religión, por caso, gozaban de los más grandes honores en vida y tras su muerte.
Los usos y costumbres marcaban que estos eran enterrados en tumbas en las mencionadas pirámides y acompañados de pertenencias valiosísimas, tales como joyas, entre otros elementos.
Personas reservadas que saben guardar secretos
Por otra parte, debemos decir que este concepto ostenta un uso extendido en el lenguaje coloquial para referirse a aquellas personas que saben guardar silencio o un secreto ante determinadas circunstancias que así lo exigen, es decir, que demandan privacidad.
Esto tiene que ver con la asociación directa que se hace en cuanto a considerar a los lugares en donde están albergadas las tumbas, cementerios e iglesias, mayormente, como espacios silenciosos, porque precisamente se solicita tranquilidad y silencio en ellos, por respeto a las personas que allí descansan.
Trabajo publicado en: Ene., 2012.
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