Definición de Violencia Institucional
Licenciada en Psicología
La violencia institucional es un término que engloba una amplia gama de acciones y omisiones que pueden provenir de diversos organismos, tanto públicos como privados. Estas acciones pueden ser legales o ilegales, organizadas o espontáneas, rutinarias o esporádicas, intencionales o no intencionales. En resumen, abarca cualquier conducta que restrinja los derechos humanos de las personas y que tenga su origen en una institución.
Un aspecto esencial a tener en cuenta es que la violencia institucional no se limita únicamente a la fuerza física; también puede manifestarse de manera más sutil, a través de políticas, normas, funcionamientos y relaciones burocráticas que perpetúan estructuras sociales injustas.
El rol de los Derechos Humanos
Los derechos humanos son el cimiento sobre el cual se construye la sociedad moderna. Estos derechos, inherentes a todos los seres humanos sin excepción, están diseñados para garantizar condiciones dignas de vida, sin importar el género, religión, u otras características personales. Son universales, inalienables e interdependientes, lo que significa que el avance de uno facilita el avance de los demás.
Es importante entender que los Estados tienen la responsabilidad de respetar, proteger y promover los derechos humanos. Esto implica no solo abstenerse de interferir en su disfrute, sino también garantizar que las instituciones públicas y privadas actúen de acuerdo con estos principios.
Tipos de Violencia Institucional
La violencia institucional puede manifestarse de diversas maneras, algunas de las cuales pueden ser evidentes, mientras que otras permanecen ocultas a simple vista. A continuación, se describen dos tipos de violencia institucional:
– Violencia Ilegítima Explícita: Esta forma de violencia se manifiesta públicamente en instituciones como la policía, las fuerzas armadas o el sistema de salud. Un ejemplo de esto es cuando los profesionales de la salud son sometidos a condiciones laborales precarias que pueden afectar negativamente su salud física y mental.
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– Violencia Ilegítima no Explícita: Esta forma de violencia suele ser más sutil y no se ve a simple vista. Puede manifestarse a través de políticas y prácticas institucionales que, aunque no sean abiertamente violentas, tienen un impacto negativo en los derechos de las personas.
La violencia obstétrica como una forma de violencia institucional
La violencia obstétrica es una manifestación específica de la violencia institucional. Se refiere a las prácticas violentas o degradantes que sufren las personas gestantes durante el embarazo, el parto y el postparto, en entornos de atención médica. Estas prácticas pueden incluir la falta de información adecuada, la falta de consentimiento informado, el trato deshumanizado, la violencia verbal o física, entre otros.
Un ejemplo de violencia obstétrica es cuando una persona gestante recibe un trato desconsiderado por parte del personal médico, se le niega información sobre su proceso de parto o se le practica una intervención médica sin su consentimiento informado. Estas prácticas no solo vulneran los derechos humanos de las personas gestantes, sino que también pueden tener consecuencias físicas y emocionales a largo plazo.
El «Mobbing» como una forma de violencia institucional laboral
El «mobbing,» también conocido como acoso laboral, es una manifestación específica de violencia institucional laboral. Se refiere a la práctica injusta y perjudicial en el ámbito laboral en la que un individuo o un grupo de individuos, generalmente dentro de la misma organización, hostigan y acosan de manera persistente a un trabajador. Este tipo de hostigamiento puede ser verbal, psicológico o incluso físico, y se dirige de manera sistemática hacia la víctima con el objetivo de desestabilizarla emocionalmente y socavar su desempeño en el trabajo.
El «mobbing» puede manifestarse de diversas maneras, como la difamación, la exclusión social, la asignación de tareas imposibles de cumplir o la constante crítica y humillación. Esta forma de violencia institucional laboral no solo tiene un impacto negativo en la salud mental y emocional de la víctima, sino que también puede afectar su bienestar físico y su calidad de vida en general.
Es importante destacar que el «mobbing» puede tener serias consecuencias tanto para el individuo acosado como para la organización en su conjunto, ya que puede llevar a la disminución de la productividad, la moral y el clima laboral. Además, socava los principios fundamentales de respeto y dignidad en el lugar de trabajo, lo que hace que sea esencial abordar esta forma de violencia institucional laboral de manera efectiva y tomar medidas para prevenirla.
La Violencia de Género en las Instituciones
La violencia de género en las instituciones se refiere a la discriminación y el maltrato basados en el género. En el ámbito laboral, las mujeres a menudo se enfrentan a la discriminación salarial, lo que significa que, a pesar de desempeñar las mismas funciones y tareas que sus colegas masculinos, ganan menos dinero. Esta disparidad salarial no solo es injusta, sino que también perpetúa las desigualdades de género en la sociedad. Además, el acoso sexual en el lugar de trabajo es una preocupación seria, con mujeres que a veces son objeto de comentarios inapropiados, avances no deseados o incluso represalias profesionales si denuncian el acoso.
La negación de oportunidades de ascenso debido al género también es una manifestación de la violencia de género en el ámbito laboral. A pesar de tener las habilidades y la experiencia necesarias, las mujeres pueden ser pasadas por alto cuando se trata de promociones o roles de liderazgo simplemente debido a su género. Esto perpetúa la subrepresentación de las mujeres en puestos de toma de decisiones y contribuye a la brecha de género en el liderazgo empresarial y político.
Fuera del entorno laboral, la violencia de género en las instituciones también puede observarse en el sistema de justicia, donde las mujeres pueden enfrentar discriminación en casos de violencia doméstica o agresión sexual. La falta de una respuesta adecuada y de apoyo a las víctimas de violencia de género en el sistema legal puede desalentar a las mujeres de denunciar tales abusos, perpetuando un ciclo de impunidad para los agresores.
Fotos Fotolia: murika / vigold
Art. actualizado: Oct. 2023; sobre el original de mayo, 2018.
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