Definición de Visagismo

En el ámbito de la estética y el estilismo hay una disciplina que se centra en el estudio morfológico del rostro y es conocida con el nombre de visagismo. La palabra visagismo es de origen francés y concretamente proviene del término visage, que significa rostro.

La idea fundamental del visagismo

El rostro humano puede ser estudiado desde un punto de vista morfológico y esto es lo que ocurre en el visagismo

En esta disciplina se contempla el plano horizontal y vertical de la cara. En el plano horizontal del rostro, los profesionales del estilismo y de la estética deben observar la línea donde nace el cabello hasta las cejas. A continuación hay que trazar otra línea desde las cejas hasta donde termina la nariz. Por último, una línea desde donde termina la nariz hasta el mentón. Así, hay tres niveles horizontales, los cuales informan sobre la simetría del rostro. En el plano vertical el rostro se divide en dos zonas imaginarias, una a la izquierda de la nariz y otra a la derecha. Esta división permite igualmente observar la proporción simétrica del rostro.

Las medidas horizontales y verticales facilitan que el profesional de la estética se decida por un tipo de maquillaje determinado y por las tonalidades más adecuadas.

Los principios del visagismo son igualmente útiles para los estilistas que se ocupan del cabello. Así, hay una doble relación en el visagismo: rostro-maquillaje y rostro-peinado.

Las distintas formas del rostro y el maquillaje

El rostro ovalado es el más simétrico y, por lo tanto, es el que necesita menos correcciones de maquillaje.

En el rostro redondo el maquillador debe intentar crear un aspecto ovalado, lo cual se hace con algún corrector base o unos polvos. Para dar una mayor sensación de largura se puede dar luminosidad en la zona de la frente y del mentón.

En el caso del rostro en forma de pera, el primer tercio de la cara es más estrecho que el tercer tercio. Para corregir este tipo de rostro hay que dar luminosidad en los costados del primer tercio y oscuridad en la zona de la mandíbula.

En el rostro cuadrado el maquillador tiene que cortar los ángulos de la cara y para ello se emplearán tonos oscuros en las mandíbulas y en la zona del nacimiento del cabello.

En una cara alargada hay que acortar el rostro y para ello se oscurecen las esquinas. Y si el rostro tiene forma de corazón el maquillaje debe incorporar oscuridad en las zonas del primer tercio.

Fotos: iStock – Aldo Murillo / PeopleImages