Definición de Agrotóxicos
Las sustancias químicas que producen toxicidad en los cultivos se denominan agrotóxicos. Pesticidas o plaguicidas son términos equivalentes. En cualquier caso, se trata de sustancias nocivas para las tierras cultivadas y dañinas para la salud humana. El uso de las mismas se ha generalizado en todo el planeta y su principal finalidad es combatir las plagas de animales que ponen en peligro los cultivos.
Graves consecuencias para la salud
Malformaciones genéticas, enfermedades respiratorias, alergias, problemas dermatológicos o cáncer son algunas de las consecuencias de la fumigación de los cultivos con sustancias tóxicas. Muchos de los efectos se convierten en enfermedades crónicas o bien en problemas relacionados con la reproducción. Según algunos estudios estas sustancias podrían tener relación con la aparición del mal de Parkinson.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado los efectos nocivos de los agrotóxicos y por este motivo se hacen algunas recomendaciones para establecer los controles necesarios sobre estas sustancias venenosas.
El glifosato
Este herbicida se usa normalmente para matar plantas, tales como malezas, pastos, especies leñosas o hierbas. Sin embargo, si el glifosato entra en contacto con el cuerpo puede llegar a introducirse en el torrente sanguíneo y provocar graves patologías.
Es posible trabajar la tierra de otra manera
El uso de agrotóxicos es un mal evitable, ya que existen alternativas totalmente válidas y sin ningún daño asociado al medio ambiente y a la salud. El cuidado de los cultivos puede hacerse mediante técnicas de agroecología. Esta disciplina se ha desarrollado por la influencia del movimiento ambientalista que surgió en la década de 1970.
Los agricultores que siguen las pautas de la agroecología utilizan fertilizantes de tipo orgánico, reducen al máximo la maquinaria pesada e introducen las cercas vivas para delimitar el terreno.
La agroecología se fundamenta en un principio fundamental: mantener los cultivos con el menor impacto medioambiental posible y, al mismo tiempo, garantizar la productividad. Es una disciplina científica que puede aplicarse al mundo rural en general y que se basa en un modelo de sostenibilidad. Para conseguir estos objetivos se emplean dos estrategias: la renuncia a cualquier sustancia agrotóxica y la no manipulación genética de los cultivos.
Fotos: Fotolia – Bits and Splits / Diyanadimitrova
Trabajo publicado en: Oct., 2018.
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