Definición de Antivalor

Valores inmorales que nos acercan al mal obrar

El valor es aquella cualidad que se le confiere a las cosas, hechos o personas, es decir, una estimación que podrá ser positiva o negativa, en tanto, es la Axiología la disciplina, parte de la Filosofía, que se encarga del estudio de la naturaleza y la esencia del valor en cuestión.

Y en otro sentido, los valores, son aquel conjunto de ejemplos que la sociedad propone en las relaciones sociales, esta situación ha dado lugar a la existencia de una escala de valores que irá de lo positivo a lo negativo. Entre los valores morales se destacan: la felicidad, la honestidad, la libertad, la humildad, el amor, la paz, el respeto, la sencillez, la responsabilidad, la tolerancia social, la unidad, la ayuda, la amistad, la caridad, la justicia, la fidelidad, el trabajo, la limpieza.

Entonces, así como hay una escala de valores morales que son el principio del buen obrar y que nos ayudan a diferenciar entre lo bueno y lo malo desde la ética, también existen los antivalores o valores inmorales, que proponen el efecto contrario y nos acercan de inmediato a acciones incorrectas.El camino que nos proponen estos últimos por supuesto apunta a lo equivocado porque no solamente los mismos deshumanizan a los individuos, los degrada, sino que además harán que seamos merecedores de desprecio, desconfianza y del rechazo del resto de las personas y en algunos casos hasta plausibles de recibir un castigo por ellos.

Entre los antivalores se destacan los siguientes: la esclavitud, la angustia, la arrogancia, la deshonestidad, el odio, la guerra, el irrespeto, la altanería, la irresponsabilidad, el perjuicio, la división, la envidia, la enemistad, la injusticia, la infidelidad, la ignorancia, la pereza, la suciedad, la desigualdad.

Las complicaciones que generan en nuestras relaciones: el odio, la deshonestidad, entre otros

Siempre, sin excepciones, los antivalores generarán rispideces con nuestro entorno y complicarán nuestras relaciones interpersonales.

La confianza, por ejemplo, es la base sobre la cual se sustentan muchísimas relaciones afectivas, en tanto, cuando la misma se quiebra por una traición resulta ser muy difícil restablecer la confianza y volver a creer en esa persona, especialmente si su engaño quebró algo muy fuerte que había. Que nuestra pareja nos mienta y engañe con otra persona es un absoluto antivalor.

También las relaciones pueden verse afectadas por un antivalor muy corriente como es la arrogancia. Mostrarse orgulloso y prepotente frente a los demás, creyéndose ciertamente que se está por encima de todos terminará por romper y quebrará también las relaciones. A nadie le gusta que lo maltraten o que lo denigren como si fuese menos y más si quien lo hace es alguien a quien se quiere o con quien se mantiene una relación.

El odio lamentablemente también está enquistado en nuestra sociedad y es un antivalor despreciable. Este sentir es malo para el que lo siente como para aquel al que se lo destina. Es tal la energía negativa que conlleva que desgasta a quien lo siente.

En el sentido contrario de hacer el bien

Una persona movida principalmente por antivalores se colocará ante la tabla de valores con una actitud absolutamente negativa, ya sea para rechazarlos o violarlos. Las personas calculadoras, frías e insensibles a lo que sucede a su alrededor se rigen por antivalores.

Debemos destacar que la naturaleza humana está ordenada a superarse y a practicar la virtud y a hacer el bien, mientras tanto, los antivalores van en sentido totalmente contrario a ello. Siempre que alguien actúe con un antivalor lo estará haciendo en oposición clara a su naturaleza.
Los antivalores deberán generar rechazo en la sociedad y ser eludidos porque nada bueno sale ni llega de ellos. Debemos educar en función de los buenos valores, de aquellos que nos enriquecerán como personas y que nos devolverán únicamente cosas buenas.