Definición de Atemporal

Todos los acontecimientos naturales, las vivencias personales o los hechos históricos tienen lugar bajo dos coordenadas: el espacio y el tiempo. En otras palabras, todo sucede en un lugar y en un tiempo determinado. A pesar de ello, ciertos acontecimientos son conocidos como atemporales. Así, la idea de amor, amistad, ira, erotismo o trabajo son conceptos universales, es decir, están permanentemente presentes. En consecuencia, es como si el tiempo no les afectara, pues forman parte de la realidad humana.

Ejemplos de ideas atemporales

En cualquier época o lugar las personas se enamoran y cada ser humano tiene su propia vivencia amorosa de una manera particular, su propia historia de amor. Sin embargo, el amor es algo atemporal, por lo que no es algo que pase de moda o que pueda llegar a desaparecer.

La guerra es una constante en la historia de la humanidad. Siempre ha habido conflictos bélicos en mayor o menor medida. Las técnicas militares han evolucionado, pero la idea de guerra es igualmente atemporal.

Ciertos debates también pueden calificarse como atemporales. Esto es lo que sucede con las polémicas entre la libertad y la seguridad, con respecto al bien y al mal o en relación con la idea de justicia.

Algunas ideas científicas tienen igualmente un carácter atemporal, como la ley de la gravedad o los axiomas de las matemáticas.

Una reflexión sobre el término

Atemporal se utiliza como sinónimo de intemporal. En cualquier caso, entendemos que algo tiene esta característica cuando va más allá del tiempo. De esta forma, si algo no pasa de moda y permanece vivo decimos que es atemporal, tal y como sucede con algunas creaciones humanas. En este sentido, los seres humanos buscan el reconocimiento y de alguna manera se tiene la idea de dejar un legado más allá de la vida para así pasar a la posteridad. Cuando esto sucede será posible considerar que la aportación de alguien tiene un valor atemporal, algo que ha ocurrido con los grandes personajes de la historia.

El presente atemporal

No hay que olvidar, por último, que gramaticalmente existe el denominado presente atemporal, que consiste en utilizar el verbo en presente para hacer referencia a lo que no depende del tiempo (la Tierra da vueltas alrededor del Sol o el Amazonas desemboca en el Océano Atlántico).

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