Significado de autobiografía Definición, ejemplos e influencia

Definición formal
La autobiografía es una narrativa en la cual el autor expone una perspectiva de la intimidad de su propia vida, en la que se pretende documentar su historia, basada en las hazañas, experiencias y/o dificultades.
El origen del uso del término nos remite al alemán Friedrich Schlegel en 1798, y al poeta inglés Robert Southey, quien lo utilizara en 1809 en un artículo para un medio impreso local. No obstante, uno de los primeros acercamientos se lo puede apreciar en la colección Confesiones (suman 13 publicaciones entre 397-398), del Santo San Agustín, en donde desarrollaba su visión sobre diversos aspectos de índole religiosa.
Ejemplos de un género basado en la realidad
En la historia de la humanidad algunos individuos han tenido un papel destacado en el devenir de los acontecimientos históricos. En este sentido, la persona concreta es al mismo tiempo un personaje histórico. Esta circunstancia invita al personaje a narrar su propia trayectoria, ya sea en su dimensión humana, en su faceta profesional o en ambas.
La obra autobiográfica de Winston Churchill, Pablo Neruda, Stephen Hawking, Nelson Mandela o Charles Chaplin es un testimonio personal con un doble interés para el lector.
Por un lado, permite acercarnos a una figura humana de gran relevancia y, al mismo tiempo, proporciona una valiosa información acerca de unas coordenadas históricas.
Este género literario tiene un cierto «peligro», ya que en toda autobiografía el autor cuenta su propia versión de los hechos y, como es lógico, existe la tentación de destacar los logros y minimizar o esconder las miserias. Por otra parte, el autor también puede caer en la tentación de la fantasía, es decir, la creación de un relato verídico con elementos imaginarios.
El relato en forma de memoria novelada constituye una versión particular del género autobiográfico. En la trilogía «Vivir para contarla» García Márquez repasa su vida y a la vez se cuentan historias sobre sus novelas y sus personajes protagonistas.
La influencia de la vida del autor en la ficción
En la novela el autor crea unos personajes ficticios, pero el lector puede plantearse legítimamente una cuestión: ¿en qué medida el personaje esconde la realidad personal de su creador? No es extraño que algunos críticos literarios sostengan que toda ficción es en el fondo autobiográfica. Si tomamos como referencia al personaje del don Quijote, en él encontramos muchos elementos del recorrido vital de Miguel de Cervantes.
El binomio autor-personaje está muy presente en la historia de la literatura: Charles Dickens y Pip (el protagonista de «Grandes esperanzas»), John Kennedy Toole e Ignatius Reilly (el personaje central de «La conjura de los necios» o Gustave Flaubert y Madame Bovary (se dice que el autor llegó a afirmar que él mismo era Emma Bovary). En síntesis, en la novela hay una tenue línea entre entre ficción y realidad.
Personajes de ficción con categoría de arquetipo humano
En la historia de la literatura encontramos abundantes ejemplos de personajes de ficción que acaban transformándose en personajes «reales», como don Quijote, el Lazarillo, la Celestina, Sinhué el egipcio, Sherlock Holmes, Emma Bovary o Dorian Gray.
Sus correspondientes autores no escribieron una autobiografía ficticia en sentido estricto, pero sus personajes se convirtieron en arquetipos humanos con una dimensión real.

