Definición de Ayuda

Se denomina ayuda a una acción humana tendiente a paliar o resolver las necesidades de una persona o grupo social. La ayuda puede efectuarse de modo unilateral, cuando quien la recibe no la retribuye, o de modo reciproco, cuando se se benefician todas las partes.

La organización económica vigente con su consecuente organización del trabajo parece entronizar la noción de competencia como un modo de conseguir el progreso y la prosperidad. Lo cierto es que si recorremos la historia de la humanidad con sentido crítico, los más grandes progresos en todo sentido fueron causados por la cooperación antes que por la competencia. La ciencia moderna se construye sobre los postulados teóricos del pasado que sentaron sus bases, las reivindicaciones de derechos se realizaron sobre la búsqueda de algún consenso y toda empresa humana, entre las que se cuentan las que pretenden alcanzar renta económica, sólo puede prosperar mediante la persecución de fines comunes mediante la ayuda mutua.

Un ejemplo de ayuda puede otorgarlo las funciones desempeñadas por el Estado. La constitución del Estado tiene como sustento moral la ayuda a aquellos sectores postergados que se encuentran incapacitados de lograr el acceso a bienes y servicios que son necesarios para la supervivencia. De este modo, el Estado les garantiza educación, seguridad salud y otro tipo de coberturas. Puede decirse entonces, que el Estado es un mecanismo de ayuda que la sociedad ha desarrollado para los más desfavorecidos. En el caso de los estados de naturaleza federal, se destaca que la ayuda debe resultar complementaria, de modo tal de lograr acciones coordinadas y no competitivas en los niveles local (municipal o del condado), estadual (provincial o regional) y nacional (federal). En el caso de la presencia de organismos supranacionales, la ayuda suele fundamentarse en la cooperación entre la institución en cuestión (ya sea un mecanismo internacional como Naciones Unidas o una organización no gubernamental) y el gobierno nacional.

Otro ejemplo de comunidad fundada en la ayuda puede brindarlo la familia. En general, esta constituye un caso de constante de solidaridad mutua en la que cada integrante se ocupa de las necesidades de los demás. No en vano se ha dicho que constituye la célula de la sociedad. En efecto, no existe cultura humana reconocida por la historia en la cual la familia no haya constituido el núcleo social fundamental y el prototipo por excelencia del concepto de ayuda y de vida en comunidad.

Es importante rescatar el valor de la ayuda más allá de un voluntarismo ingenuo que se agota en postulados morales de poca aplicación. Lo cierto es que es beneficioso para encarar cualquier tarea o actividad social poner el énfasis en una actitud generosa que a la larga traerá sus frutos. En un modelo estrictamente científico, el Homo sapiens es un animal gregario, con tendencia a la vida en grupos de menor a mayor magnitud (pareja, familia, aldea, ciudad, nación), por lo cual la ayuda parece formar parte de su propia genética, dado que es imposible concebir la relación social en ausencia de esta variable fundamental de la vida cotidiana. Esta hipótesis es apoyada por quienes advierten que los animales más cercanos al hombre son el perro y el caballo, seres también de naturaleza gregaria y que forman verdaderas «comunidades» en el que observan a su amo humano como el líder del grupo. Como contrapartida, existen sobrados ejemplos históricos de que un ser humano puede vivir en absoluta soledad. Por lo tanto, en realidad, más allá del fundamento biológico de la tendencia de los humanos a la agregación, es claro que deben contemplares factores que exceden a la sola apreciación biológica, por lo cual la ayuda humana es diferente a la mera vida grupal de otras animales e incluye componentes afectivas y sociales únicos.