El término arte está relacionado con todo tipo de actividades. Sin embargo, cuando se habla de las Bellas Artes se hace referencia a siete formas concretas de entender la belleza del arte: pintura, escultura, arquitectura, música, literatura, danza y cine. El cine empezó a considerarse como una de las bellas artes a principios del siglo XX y por este motivo es conocido como el séptimo arte.

El origen de esta clasificación

Durante miles de años el ser humano se ha expresado a través de formas artísticas muy diversas, pero en el siglo XVlll (el siglo de las luces) surgió la necesidad de ordenar y clasificar el mundo del arte. Hay que tener en cuenta que en aquel contexto histórico surgieron las academias de los distintos saberes, las primeras enciclopedias y, en definitiva, había un clima intelectual en el que se hacía necesario establecer un cierto orden en el mundo del arte. Así, las seis artes iniciales eran consideradas como las expresiones más puras y universales.

El debate permanente sobre su organización

La fotografía, la gastronomía, el circo, la joyería o el videoarte son formas de entender el arte que no forman parte de la clasificación tradicional que surgió en el siglo XVlll. Este hecho suscita un intenso debate y pone de manifiesto un problema: ¿por qué las siete Bellas Artes tienen un estatus y un reconocimiento mayor que otras manifestaciones culturales?

¿Qué estudia un estudiante de Bellas Artes y cuáles son las salidas profesionales?

Los contenidos son muy diversos: la historia de cada arte y sus corrientes más significativas, las ideas estéticas y la teoría del arte, las técnicas de cada disciplina, el papel que cumple en el conjunto de la sociedad o el proceso creativo. Y todo ello en combinación con las nuevas tecnologías.

Desde un punto de vista profesional el mundo del arte ofrece múltiples posibilidades. Si se tiene una vena creativa y una sensibilidad artística es posible dedicarse a una de sus innumerables ramas, así como a la restauración o a la conservación del patrimonio cultural. El ámbito de la enseñanza es una opción válida para quien tenga vocación como docente y un espíritu artístico.

Por otra parte, no hay olvidar el mercado del arte o de las subastas, el mundo del diseño y las artes gráficas, la producción de espectáculos o la tasación de obras de arte. En definitiva, las Bellas Artes están relacionadas con profesiones creativas (por ejemplo, la publicidad), con actividades artesanas (por ejemplo, la cerámica), con la decoración o con el ocio (los guías turísticos tiene que conocer la historia del arte en profundidad).

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