Definición de Bioclimatología
Como su mismo nombre indica, la climatología es la ciencia que estudia el tiempo atmosférico pero este término se refiere a amplios periodos de tiempo. Por otra parte, la meteorología se centra en el estudio del tiempo que afecta al presente más inmediato. En otras palabras, el clima lo conforman los sucesivos tiempos. Esta aclaración inicial nos sirve para abordar un tema relacionado con el clima, concretamente con una disciplina específica, la bioclimatología. La idea fundamental de esta ciencia es el estudio de las relaciones entre los seres vivos y el clima.
Principios generales de la bioclimatología
Los climas se pueden clasificar en grandes grupos (por ejemplo, el Tropical, el Meditarráneo, el Templado o el Polar). Estas denominaciones vienen a ser macrobioclimas, ya que incluyen una serie de bioclimas específicos (por ejemplo, dentro del macrobioclima polar encontramos el bioclima continental, el oceánico o el hiperoceánico).
La bioclimatología establece una medición para cuantificar cómo influye el clima en las plantas y en los animales
Hay que tener en cuenta que el clima es determinante para las condiciones de la vida en general, pues ciertos parámetros climáticos son esenciales (especialmente la temperatura, la humedad y el agua disponible).
Esta disciplina está directamente relacionada con la ecología y la preservación del medio ambiente. Esto implica que la bioclimatología es un área interdisciplinar. Un estudio concreto de esta materia tiene que combinar conocimientos sobre el clima, sobre botánica y sobre fisiología animal.
Un ejemplo concreto de la dimensión práctica de la bioclimatología
En las granjas de animales se deben tener en cuenta una serie de factores ambientales o bioclimáticos, como por ejemplo la humedad relativa, la temperatura, el viento o la concentración de polvo.
Por otra parte, los animales deben estar en unas condiciones particulares, por lo que se tienen que valorar cuestiones como el alojamiento, el volumen de la nave, la densidad animal, la situación de la granja y los sistemas de almacenamiento y distribución de agua y alimentos. Esto significa que si una especie animal de granja se encuentra en un clima adecuado y con unas condiciones idóneas, podrá desarrollar todo su potencial genético y, en consecuencia, resultar rentable desde el punto de vista económico.
Desde la perspectiva de la bioclimatología, los animales de granja deben adaptarse lo mejor posible al clima, pues de lo contrario la viabilidad económica de la granja se verá en peligro. Así, si pensamos en cualquier animal de granja hay que recordar que su temperatura corporal tiene que ser estable y para ello es precisa una estabilidad climática.
Fotos: iStock – Steve Krull / vencavolrab
Trabajo publicado en: Feb., 2016.
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