Definición de Causa Perdida
Algunos ideales y proyectos son nobles y elevados, pero al mismo tiempo parecen inalcanzables. Para referirse a ellos se habla de causas perdidas. Cualquier propuesta que tenga un componente quimérico o utópico puede ser considerada en este espectro.
Si alguien afirma que lucha por la paz mundial, es probable que un interlocutor le conteste que su propuesta es una causa perdida. Con esta afirmación se traslada un mensaje: la paz mundial es algo deseable, pero es muy probable que nunca suceda.
En ocasiones se utiliza la etiqueta causa perdida para referirse a unos ideales del pasado que en su tiempo fueron derrotados y, por lo tanto, no tendría sentido que se volvieran a plantear en el presente.
Ciertas cuestiones que parecían perdidas y que finalmente se conquistaron
Durante miles de años la humanidad se ha enfrentado a las epidemias con armas poco eficaces. Los rezos y las plegarias no resultaban útiles para superar ciertas enfermedades devastadoras como el cólera, la peste o la malaria. El estudio y la investigación de este tipo de enfermedades parecía inicialmente una causa perdida.
Sin embargo, la tenacidad de algunas personas y la necesidad de aportar soluciones a los problemas provocó un cambio radical y este tipo de enfermedades fueron desapareciendo paulatinamente.
En Estados Unidos la población de origen afroamericano estuvo sometida y marginada durante siglos. A principios de la década de 1960 Martin Luther y otros líderes iniciaron una intensa campaña para denunciar esta injusticia y para conquistar derechos civiles para los afroamericanos.
En los primeros años de actividad reivindicativa parecía que era imposible conseguir la plena igualdad de derechos, pero finalmente se consiguió un cambio en la legislación y los negros de Estados Unidos fueron reconocidos como ciudadanos con todos los derechos.
La necesidad de la utopía
Se dice que un proyecto es utópico cuando es muy improbable que se convierta en una realidad. La defensa de las utopías se presenta como una causa perdida, como una lucha inútil. No obstante, la utopía es un anhelo del alma humana que puede servir de inspiración para que los hombres busquen soluciones donde aparentemente no las hay.
La etiqueta de «pensadores utópicos» se aplicó a todos aquellos reformadores sociales del siglo XVlll y XlX que propusieron un modelo de sociedad más justa y más equitativa. Muchas de sus propuestas intentaron aplicarse y resultaron un fracaso, pero otras se han convertido en realidades en muchos territorios del planeta (la mayoría de estos pensadores defendían la educación universal y en su momento fueron acusados despectivamente de utópicos).
Foto: Fotolia – noeldelmar
Trabajo publicado en: Dic., 2017.
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