Definición de Cid Campeador

En la historia de la mayoría de países hay normalmente un guerrero legendario que es recordado por sus hazañas y heroísmo. En el caso de España, el Cid Campeador representa el prototipo de héroe nacional.

La «Historia Roderici» escrita en el siglo Xll fue la primera biografía sobre este personaje y la mayoría de historiadores sostienen que su contenido se basa en la tradición oral del pueblo.

Un personaje con luces y sombras

Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como el Cid Campeador, era hijo de un noble de Castilla. Vivió en el siglo Xl, cuando la península ibérica estaba dividida en reinos cristianos y musulmanes.

El rey Sancho ll de Castilla le nombró jefe de su guardia y de esta manera se convirtió en la mano derecha del monarca. Gracias a su destreza y valor en el combate, Sancho ll salió victorioso en sus enfrentamientos con los reinos de Navarra y de León. Tras el fallecimiento de Sancho ll en el asedio de Zamora, el Cid sirvió al rey Alfonso Vl de León hasta que fue destituido por comportamiento desleal.

Su conducta le llevó al destierro y se puso al servicio de Almutamid, el rey musulmán de Zaragoza que mantenía enfrentamientos con el conde Berenguer de Barcelona. Por entonces ya era popularmente conocido con el sobrenombre del Cid (esta palabra viene del vocablo sidi en árabe, que significa señor).

Con el paso del tiempo ofreció sus servicios a aragoneses y catalanes y logró defender Valencia del asedio musulmán. Asentado en el levante peninsular, construyó un señorío personal a pesar de no tener sangre real.

Su vida como guerrero llamó la atención de los juglares, quienes contaban leyendas y romances sobre su vida heroica (sus hazañas como guerrero quedaron plasmadas en el Cantar del mio Cid, un anónimo poema épico que fue escrito a principios del siglo Xlll). Rodrigo Diaz de Vivar contrajo matrimonio con Jimena Díaz, una de las sobrinas del rey Alfonso Vl de León. En 1099 falleció de muerte natural a los 55 años. Su vida es una mezcla de mitos e historias verdaderas.

Algunos historiadores afirman que la figura del Cid Campeador es el resultado de una manipulación histórica llena de fabulaciones.

El Cid y el franquismo

En la ciudad de Burgos hay una estatua ecuestre que recuerda la figura del Cid Campeador. La estatua fue levantada en 1955 en plena etapa franquista. Durante la inauguración del monumento el mismo Francisco Franco pronunció unas palabras ensalzando el heroísmo del Cid.

Para algunos estudiosos del periodo franquista, no se trataba de una simple estatua en recuerdo de un personaje histórico, sino de la manipulación de la historia en beneficio de un dictador.

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