Significado de competencia Definición, sana y perjudicial, tipos y competir con uno mismo
Licenciada en Psicología
Definición formal
La competencia es el enfrentamiento dado a nivel individual como grupal, entre personas, instituciones o internamente con uno mismo, al respecto de una cosa con el fin de vencer al otro y autosuperarse.
Dentro de la esfera etimológica se lo distingue en el latín competentĭa, asociado al verbo competir, en competĕre, y este último se lo desglosa en el prefijo com-, para hacer alusión a la idea de completud y/o encuentro, y el verbo petĕre, que se traduce como pedir interpretándose en este marco al respecto de salir en búsqueda o querer algo.
Tipos de competencias
Existe una gran variedad de competencias, como las que se distinguen por ser individuales, donde cada persona compite por su cuenta y en su propio favor y las grupales, en las que, como su propio nombre lo indica, se enfrentan grupos de dos o más personas.
Por ejemplo: las competencias de carreras de natación son generalmente individuales, pero las de nado sincronizado constituyen coreografías grupales.
También pueden categorizarse por franjas de edad (infantiles, juveniles, etc.), según el territorio que abarquen (locales, regionales, etc.), a partir de un tema específico (de matemáticas, de deletreo, de conocimientos geográficos, de física, etc.) o en relación a un deporte practicado (fútbol, tenis, básquet, patinaje, etc.).
A su vez, podemos distinguir entre competencias cuya finalidad es meramente recreativa, es decir, por placer o para aliviar el estrés y otras que son de tipo profesional, para obtener premios, reconocimientos o becas.
Por ejemplo, podemos anotarnos a una carrera con amigos, para realizar una actividad divertida y sana en conjunto o, también, podemos inscribirnos en una ardua maratón, en la búsqueda de un primer lugar.
En consecuencia, podemos decir que hay competencias de todo tipo y características, por ejemplo, competencias de comida tales como “quién logra comer más hamburguesas en quince minutos”.
Por otra parte, las competencias como habilidades físicas o psíquicas, varían de un sujeto a otro. Por ejemplo: “Josefina es una persona muy competente para el puesto de supervisora, debido a sus estudios, capacitaciones, carácter amable, responsabilidad y capacidad de liderazgo”, “Jana es muy incompetente, hace una semana que debía tener finalizado el proyecto”.
Diferencia entre la competencia sana y perjudicial
Las competencias pueden desenvolverse en un clima agradable y respetuoso o, por el contrario, generar grandes cuotas de rivalidad y hostilidad, lo que depende en gran medida de la personalidad de los competidores y de sus ansias por ganar.
Puede que el objetivo de lograr el primer puesto a toda costa genere una competencia dañina, con desesperación por alcanzar el premio y, en ocasiones, el uso de trampas para lograrlo.
Las personas altamente competitivas, de manera patológica, podrían estar manifestando problemas de baja autoestima, necesidad de reconocimiento externo, miedo al fracaso, etcétera.
Desde una perspectiva sociológica, el sistema capitalista suele promover competencias de tipo insalubres para la salud mental de las personas, favoreciendo el individualismo, egoísmo y triunfo personal, aunque se pueda perjudicar a otros en el camino.
Autosuperación: competir con uno mismo
El intento por ser mejores cada día, más sabios, elocuentes, cultivar nuestras fortalezas y vencer nuestras adversidades personales, es una competencia con nosotros mismos.
Por ejemplo: “Luego de dos años Felipe logró vencer su miedo y subirse a un avión nuevamente”, “Mónica superó su miedo a rendir examen y finalizó su carrera universitaria”.
Cada quien tiene sus propias metas, ritmos, modos de ser y hacer y, en consecuencia, es más razonable competir con nosotros que con los demás, pues no estaríamos frente a otros “mejores” o “peores”, sino simplemente diferentes.
Competencia y tolerancia a la frustración
En los enfrentamientos a veces se gana y otras se pierde, con lo cual es un buen escenario para evaluar la posibilidad de aceptar el fracaso y la tolerancia a la frustración.
Las reacciones pueden ser muy variadas, por ejemplo, desilusión, enojo, ira, etcétera. Lo importante es tomar la situación como una experiencia y aprender de ella para, en un futuro, volver a intentarlo y poder dar un mejor desempeño.
Shows televisivos de competencias
Una temática que capta a un gran público son las competencias frente a las cámaras. En algunos casos se trata de quién posee más conocimientos o habilidades físicas, mientras que en otros se premia el carisma. Entre estos programas encontramos los de preguntas y respuestas, distintos juegos intelectuales, circuitos de obstáculos físicos, competencias de baile y de canto, entre otras. Los protagonistas pueden ser personas famosas o poco conocidas por los espectadores y los premios varían ampliamente entre reconocimiento, dinero, autos, viviendas, etcétera.
Paralelamente existe una modalidad criticada, y que al mismo tiempo obtiene altos índices de rating, que comprende la exposición de niños rivalizando entre sí al respecto de habilidades concretas. Sin embargo, se ejerce una presión y una exigencia que resulta contraproducente en la formación del ser humano en una etapa extremadamente delicada.
Trabajo publicado en: Mar., 2020.
Ilustraciones: Oxana Kopyrina, Zetwe, Alisa