Definición de Consorcio
Un consorcio es la unión de varias entidades que, al compartir objetivos comunes, deciden aliarse en una estrategia conjunta. No se trata de una fusión de empresas sino que cada entidad mantiene su independencia pero adoptan un marco de relaciones con un propósito compartido.
El consorcio como modalidad estratégica es aplicable a cualquier tipo de sector, relacionado con el turismo, la industria, el comercio, el ámbito de los seguros u otras actividades. Por lo general, los consorcios suponen la creación de una nueva organización jurídica, normalmente una sociedad.
El propósito de un consorcio es evidente: unir esfuerzos individuales para obtener un mayor beneficio económico. En otros términos, el objetivo es lograr una mayor competitividad según el criterio de que la unión hace la fuerza.
Algunas características generales
De manera genérica, los consorcios están regulados legalmente por un contrato de colaboración empresarial. A través de estos contratos los integrantes del consorcio se asocian para participar en la actividad compartida por todos los miembros del mismo.
En la unión que representa el consorcio ninguna entidad individual pierde su personalidad jurídica (por ejemplo, dos empresas que sean sociedades anónimas que creen un consorcio continuarán siendo sociedades anónimas independientes).
Los contratos de consorcio son normalmente contratos de tipo asociativo, en los cuales la asociación que se crea actúa compartiendo y complementando los recursos de cada entidad. En este sentido, es importante subrayar que en los contratos que se establecen deben especificarse cuáles son las prestaciones o servicios de cada uno de los integrantes del consorcio.
Ejemplo de un consorcio en el sector turístico
Imaginemos una localidad cuya fuente principal de ingresos es el turismo. En ella los distintos agentes económicos tienen interés en promocionar la zona para que sea visitada por un mayor número de turistas. Ante esta circunstancia, los hoteleros, la administración y las asociaciones de comerciantes deciden crear un consorcio con una estrategia global.
Para ello, diseñan un plan estratégico basado en los siguientes apartados: actividades ciudadanas en beneficio de la oferta turística, potenciando los mercados internacionales que operan con el destino turístico y gestionando acciones que potencien la oferta turística. Como se puede apreciar con este ejemplo, todos los sectores implicados (públicos y privados) tienen objetivos comunes, por lo que la fórmula del consorcio supone una alianza que pretende beneficiar a todos por igual.
Fotos: iStock – Madhourse / shironosov
Trabajo publicado en: Dic., 2015.
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