Definición de Correcto
Un comportamiento, una respuesta y una formulación matemática tienen algo en común: pueden ser correctos o incorrectos. Para que algo sea valorado como correcto es necesario que previamente se haya establecido alguna razón para considerarlo como tal. Lo correcto debe entenderse como algo equivalente a adecuado, exacto, acertado o justo y, por el contrario, lo incorrecto es todo aquello que es descrito como imperfecto, inadecuado o improcedente.
En cualquier caso, la idea de corrección está sujeta a situaciones diversas y vale la pena hacer un breve recorrido de cada contexto.
Lo correcto como una cuestión objetiva
Si hablamos de matemáticas, de ciencia o cualquier dimensión objetiva de la realidad, es factible delimitar qué es correcto o no. El conocimiento riguroso presenta generalmente un criterio de verdad y, en consecuencia, tiene sentido establecer la veracidad de una afirmación o lo contrario.
Lo correcto como una asunto discutible
No siempre hay una frontera clara entre lo correcto y lo incorrecto y es bastante frecuente que sea una cuestión interpretable. Pensemos en un partido de fútbol en el que el árbitro toma una decisión discutible o un dilema personal que nos obliga a decidir por un camino o por otro. En ambos casos, la corrección de la decisión es un asunto opinable.
Evolución de la idea de corrección
Los habitos sociales han ido cambiando a lo largo del tiempo. Hace 100 años si una mujer paseaba por la calle con pantalones, conducía un vehículo o practicaba un deporte se consideraba que dichas conductas eran irregulares e inapropiadas para el sexo femenino y, consecuentemente, eran tildadas de incorrectas. Lo curioso de la evolución del binomio correcto-incorrecto es que también afecta a cuestiones objetivas y científicas (una nueva ley supone que la anterior es incorrecta y lo mismo sucede con las nuevas teorías o paradigmas científicos).
Lo correcto y el comportamiento social
Si un individuo tiene por costumbre respetar las normas sociales de educación y al mismo tiempo es amable, cortés y discreto, es muy probable que se diga de él que es una persona correcta. En este caso se hace una valoración de algunos aspectos formales externos, pues vivimos en sociedad y es lógico que juzguemos a los demás en función de una serie de pautas evidentes. Así, no saludar al vecino en la puerta de ascensor o no dar las gracias cuando nos han atendido, son conductas sociales incorrectas.
Fotos: iStock – Mikolette / Pamela Moore
Trabajo publicado en: Ago., 2015.
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