Definición de Crimen Pasional

En los medios de comunicación y en el lenguaje coloquial se habla de crímenes pasionales en referencia a los homicidios que se producen como consecuencia de alguna disputa sentimental.

Como criterio general, se trata de acciones violentas que constituyen un delito. En los últimos años la etiqueta «crimen pasional» se ha sustituido por otras, como «violencia de género» o «violencia doméstica».

El uso de las palabras es importante para describir los hechos

Para algunos, el concepto de crimen pasional es inadecuado, ya que en el fondo expresa una cierta justificación de la violencia, ya que algo «bueno» (la pasión del amor) es lo que desencadena la acción delictiva.

En algunas crónicas periodísticas el homicida es presentado como un hombre que amaba profundamente a su pareja pero no pudo controlar sus sentimientos y por ello acabó matándola. Para evitar este tipo de lenguaje eufemístico e inapropiado se ha empezado a utilizar el concepto de violencia de género.

Los celos, el sentido de posesión y la cultura machista son las principales causas de los crímenes contra las mujeres

Si bien cada crimen o acto violento hacia la mujer tiene unas características concretas, se puede hablar de una serie de circunstancias generales. Desde un punto de vista psicológico, algunos hombres creen que sus parejas son de su propiedad (en el lenguaje popular se usa la conocida frase » la maté porque era mía»).

En ocasiones las reacciones violentas de los hombres son el resultado de una mentalidad machista muy arraigada en el conjunto de la sociedad.

La cara siniestra del amor

En la cuestión de la violencia de género se pone de manifiesto un hecho complejo: el amor tiene una dimensión potencialmente peligrosa. Hay personas que aman con respeto y sin imposiciones, mientras que otras tienen una forma de amar dominadora y opresiva.

Desde el punto de vista del enamorado posesivo, su sentimiento es intenso y puro (es muy probable que no vea la perversión de su idea de amor).

En síntesis, en la mayoría de actos violentos contra la mujer hay una combinación de dos factores: una mentalidad machista que no se acepta que la mujer y el hombre sean iguales y una idea de amor basada en la dominación.

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