Definición de De Facto
De facto significa de hecho o en realidad y es una de las numerosas locuciones latinas que forman parte de nuestro vocabulario cotidiano (de incógnito, currículum vitae, ipso facto, casus belli y otras muchas).
De facto se utiliza en aquellas circunstancias en las que lo legal y lo real no coinciden. De hecho, se opone a otra locución de iure, que significa de derecho. Así, algo existe de facto cuando no se encuentra amparado por la legalidad, pero en la práctica tiene una validez. Es un término muy común en el ámbito político o relacionado con las esferas de poder. Imaginemos la siguiente situación: formalmente una nación está regida por unos gobernantes elegidos por el pueblo, pero en realidad quien ostenta el poder es un grupo de militares. Quien realmente manda es el estamento militar, por lo que se podrá afirmar que el poder de facto lo ostenta el ejército, aunque de iure no tenga este reconocimiento.
De facto se utiliza igualmente en otro tipo de circunstancias, donde existe una contradicción entre la teoría y la práctica. Supongamos que en una empresa el máximo responsable es el presidente de la entidad. Sin embargo, su papel es testimonial y muy probablemente no sea la persona que toma las decisiones. Quien realmente tiene el poder auténtico, de facto, es otra persona.
En algunos contextos, lo que sucede en la realidad se impone con tal fuerza que no se corresponde con lo establecido por una norma, un reglamento o una ley. Las leyes tienen una dimensión formal y teórica, pero la evolución de los acontecimientos no siempre coincide con el marco legal.
De facto y el poder en la sombra
Todos sabemos que el poder tiene dos caras. Una es institucional y oficial y tiene un papel en gran medida formal. Hay otra cara oculta y que no siempre es evidente, es decir, aquellas personas o grupos que aparentemente no toman las decisiones, pero tienen un protagonismo indiscutible debido a su gran peso e influencia. Estas personas o grupos son quienes, de facto, ejercen el mando. Por este motivo, se ha acuñado una expresión: el poder en la sombra.
El poder en la sombra no está reconocido en un contrato, en una constitución o en cualquier documento, por lo que de iure es inexistente. El poder en la sombra no es un grupo que pertenezca a una secta misteriosa. En realidad, tienen un nombre concreto: los distintos lobbys de presión, grupos cuya capacidad de influencia es indiscutible, porque de facto tienen un papel en la toma de decisiones finales.
Trabajo publicado en: Mar., 2015.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.