Definición de Democracia Deliberativa
El sistema democrático comenzó su andadura hace 2500 años en la polis de Atenas. Los ciudadanos atenienses se reunían en asambleas para proponer leyes de manera colectiva y con este mecanismo la polis era gobernada por la voluntad del pueblo. La experiencia ateniense fue una excepción y, de hecho, no fue hasta la Revolución Francesa en 1789 cuando la democracia comenzó un nuevo rumbo.
La participación ciudadana en el gobierno del pueblo se ha ido conformando a partir de un modelo de representación en el que los electores votan a sus candidatos para que estos les representes en una cámara parlamentaria.
El sistema representativo ha sido complementado con mecanismos de participación ciudadana que permiten que el pueblo intervenga en el día a día de la actividad política (la iniciativa popular y los plebiscitos recogidos en distintas constituciones son un claro ejemplo en este sentido). En los últimos años algunos filósofos y politólogos han incorporado nuevas propuestas para reforzar el gobierno del pueblo, las cuales se enmarcan dentro de una denominación general, democracia deliberativa.
Deliberar quiere decir reflexionar sobre algo
Si combinamos este concepto con el de democracia nos encontramos con la siguiente realidad: el pueblo analiza los pros y los contras de un asunto con el propósito de llegar a una conclusión.
La democracia deliberativa debe entenderse como un complemento al sistema de representación convencional
En este sentido, los ciudadanos organizan asambleas populares con el fin de aportar su punto de vista sobre cualquier asunto de interés general.
Los grupos minoritarios cuyas propuestas no prosperan no están excluidos del debate político, ya que su voz está plenamente integrada en todos los canales de participación. Al mismo tiempo, las distintas opiniones individuales también se dan a conocer. El sistema democrático basado en la deliberación se construye a partir del reconocimiento recíproco de toda la ciudadanía.
El eje central de esta propuesta es el intercambio de ideas entre ciudadanos totalmente iguales y sin ningún tipo de jerarquización. A través de las deliberaciones se busca la creación de propuestas concretas basadas en la idea de consenso y en la búsqueda del bien común.
Este modelo de democracia no está exento de críticas
Se dice que podría ser válido solamente en comunidades pequeñas, pero inaplicable en países muy poblados. Así mismo, hay muchos asuntos en los que es necesario una gran especialización y no tiene mucho sentido que un profano se pronuncie sobre algo que desconoce. En otras palabras, ¿sería aceptable que una asamblea de ciudadanos votara sobre los programas educativos que forman parte de un modelo de enseñanza o que decidiera no cumplir algunas leyes porque las consideran injustas?
Por último, en las las asambleas hay una deliberación política podrían convertirse en espacios donde unas élites intelectuales acabaran imponiendo su voluntad sobre los demás.
Fotos Fotolia: Sderbane / JiSign
Trabajo publicado en: Nov., 2018.
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