Definición de Disentería
El término disentería significa diarrea con sangre. Se trata de un trastorno gastrointestinal de origen infeccioso que puede ocurrir tanto en niños como adultos.
Las personas con disentería tienen evacuaciones líquidas o pastosas mezcladas con sangre y moco, las mismas se acompañan por fiebre, dolor abdominal cólico, distensión del abdomen, flatulencias, malestar general, pérdida de peso y deshidratación.
La disentería ocurre por ingerir alimentos contaminados
La disentería se origina por la invasión de la mucosa intestinal por microrganismos invasores, los más frecuentes en estos casos son la Shigella, la Escherichia coli y la Entamoeba histolytica, éste último microrganismo es el causante de la amibiasis.
Todos estos microorganismos tienen en común el hecho que son adquiridos cuando se ingieren agua o alimentos contaminados con materia fecal proveniente de personas o animales enfermos, esta contaminación puede ocurrir por agua de riego, por contacto directo con materia fecal o al manipular indebidamente los alimentos sin cuidar la higiene de las manos.
Una vez que ingresan al organismo, estos microorganismos alcanzan el intestino donde comienzan a multiplicarse e invadir sus paredes, el daño al tejido es el causante del sangrado. Si la infección no es tratada a tiempo existe la posibilidad de que ocurra una perforación intestinal lo cual llevara al desarrollo de una grave complicación como lo es la peritonitis que requiere en todos los casos de una cirugía de urgencia.
La amibiasis es una de las causas más comunes de disentería
La infección por la amiba es muy común en los países del caribe y Suramérica, además de África. La amiba es un parásito unicelular que se encuentra presente en un gran porcentaje de la población de estas regiones bajo la forma de quistes que no ocasionan síntomas. Para que la enfermedad ocurra es necesario que la amiba se encuentre bajo otra forma que se conoce como trofozoíto, que es capaz de colonizar e invadir los tejidos.
La disentería producida por la amibiasis es indistinguible de la que es ocasionada por otros microorganismos, por lo que para poder llegar al diagnóstico es necesario hacer estudios de heces al microscopio así como cultivos de la materia fecal para poder identificar el agente causal de los síntomas.
Las amibas una vez que atacan al intestino son capaces de diseminarse a otros tejidos, ocasionando abscesos que son conocidos como amebomas. La principal localización de estos abscesos es el hígado, ya que los vasos sanguíneos venosos del intestino se unen en un sistema llamado portal que va al hígado en donde se absorben los nutrientes de la alimentación así como diversas sustancias que ingresan al organismo incluyendo estos parásitos, lo que convierte al hígado en una suerte de filtro lo que lo hace vulnerable al efecto de toxinas y una gran variedad de microorganismos.
Foto: iStock – GregorBister
Trabajo publicado en: Mar., 2016.
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