Definición de Ecorregión

Ciertos territorios tienen una serie de características ambientales comunes, como el clima, la variedad de especies animales, la vegetación o las condiciones del suelo. Para referirnos a estas zonas se emplea el término ecorregión o biorregión. Desde el punto de la biodiversidad estas áreas geográficas se dividen en dos bloques: terrestres y marinas.

Países como Argentina, Perú y Panamá presentan diferentes ecorregiones en su área geográfica

En Argentina hay un total de 15 ecorregiones y entre ellas podemos destacar la Selva de las Yungas, la puna de Atacama, los Altos Andes, el Chaco seco y el húmedo o la Selva Paranaense. Si tomamos como referencia esta última, hay que indicar que su extensión va más allá de las fronteras argentinas, pues esta ecorregión incluye territorios de Brasil y Paraguay.

La Selva Paranaense destaca por su clima tropical húmedo, por el elevado número de aves y algunas especies vegetales autóctonas.

Tradicionalmente el territorio de Perú se ha dividido en tres regiones naturales: la selva, la sierra y la costa. Sin embargo, desde el punto de vista de la biogeografía, hay un total de 11 ecorregiones. Entre ellas destaca el desierto del Pacífico, el bosque seco ecuatorial, el mar tropical y la sabana de palmeras.

La superficie de Panamá no es extensa, pues alcanza los 74.000 kilómetros cuadrados (aproximadamente la mitad de Nicaragua, otro país centroamericano con poca superficie). A pesar de ello, destaca por su biodiversidad y por el elevado número de ecorregiones. Estas abarcan zonas boscosas como el Chocó-Darién, ríos tropicales como el Tuira o el Chiriqui, la Península de Nicoya o los bosques húmedos istmeños.

La World Wide Fund for Nature o WWF es el organismo no gubernamental que identifica las diferentes ecorregiones del planeta y promueve su preservación

Según la WWF existen ocho ecozonas en todo el planeta y en ellas se distribuyen más de 800 ecorregiones (cada ecorregión constituye un bioma específico).

Algunas ecorregiones son especialmente frágiles y como consecuencia de ello la fauna y la flora de sus hábitats se encuentran amenazadas o en peligro de extinción. Esto es lo que sucede con los bosques de acacias de la cuenca del río Senegal, los humedales del río Murray en Australia, los bosques de Alaska o la selva baja de Perú (esta última es una de las áreas con mayor biodiversidad de especies de todo el planeta).

Para afrontar la degradación medioambiental se ponen en marcha estrategias de recuperación en las que sea compatible la preservación de la naturaleza y las actividades humanas.

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