Definición de Enamorada

La palabra enamorada la usamos para designar a aquella persona de género femenino que siente amor por otro individuo. Cabe destacarse que ese amor que siente la enamorada está vinculado a lo pasional, romántico, es decir, es el amor que siente por una pareja, su marido, su novio, su prometido, entre otros.

Al estado o la aparición del sentimiento del amor en un individuo se lo conoce popularmente como enamoramiento. En tanto, se caracteriza por la presencia de una marcada alegría, provocada justamente por haber encontrado a un par con el cual compartir momentos y además manifestarse a través del cuerpo, caricias y besos, todo el amor que se sienten.

Habitualmente, una persona enamorada comienza a sentir primeramente por su amor una intensa atracción física, la cual luego desemboca en atracción personal y aumenta en intensidad cuando el sentimiento es correspondido por el ser amado. Mientras tanto, cuando ambos enamorados coinciden en el sentimiento suelen entablar una relación amorosa que se conoce popularmente como noviazgo y que de prosperar hasta puede llegar al matrimonio y la decisión de formar una familia con la persona que se ama.

Una persona enamorada es fácil de reconocer porque manifestará determinadas acciones y comportamientos como ser: deseo de intimidad y unión con su amor, deseo de ser correspondido por el otro, piensa constantemente en su amado, falta de concentración por estar todo el tiempo pensando en él, idealización de su persona, entre otros.

Vale indicar que el amor presenta reacciones físicas, es decir, el amor comienza en el cerebro y de ahí pasa a nuestro sistema endócrino desde donde envía respuestas físicas y cambios en el hipotálamo como consecuencia de la segregación de la hormona de la dopamina.

Por otra parte, en el lenguaje coloquial también solemos usar extendidamente la palabra para dar cuenta de la extrema afición que una persona experimenta por algo, una actividad, por ejemplo. Mi prima es una enamorada del tenis. En cada momento libre se hace una escapada a jugarlo.

El concepto antagónico al que nos ocupa es el de indiferente porque justamente se destaca por no demostrar ni afecto, ni interés, ni preferencia por nada y nadie.