Definición de Escucha Activa

La escucha activa es uno de los ingredientes más importantes en la comunicación y con frecuencia, este es el punto débil de la interacción. No existe escucha activa cuando en el seno de un diálogo, no existe una apertura hacia el otro. Es decir, no existe una atención plena en aquello que quiere expresar la otra persona. Algo que puede ser diferente a tu propia opinión, sin embargo, escuchar de forma activa, significa atender desde el respeto a la otra persona.

Comprender desde la empatía

Existen distintas formas de escucha activa. Por ejemplo, puedes tomar las palabras de tu interlocutor como un punto de partida para exponer tu argumento. Por ejemplo, puedes sintetizar sus ideas principales, repitiéndolas con tus propias palabras. De este modo, estableces puentes de diálogo. Escuchar de forma activa también implica hacer preguntas a la otra persona para profundizar en la conversación.

Uno de los puntos más importantes para fomenzar la escucha activa es no juzgar a la otra persona. Y respetar sus emociones, sentimientos y vivencias. Esta escucha activa es una de las habilidades de inteligencia emocional más importante, y conecta de un modo directo con la empatía de mirar a los ojos del otro, como otro. Es decir, como alguien diferente a ti cuyas opiniones también están condicionadas por su propia historia vital y su experiencia.
Para escuchar de forma activa es muy importante tener una disposición de tiempo hacia la otra persona.

Es decir, mostrar interés en ese instante presente compartido en común. Atender al otro sin mirar constantemente el reloj. Y aunque puede parecer que la escucha activa es una habilidad muy sencilla de entrenar en la sociedad actual, la realidad es que las nuevas tecnologías fomentan la atención dispersa como reflejan las interrupciones de teléfono habituales en un diálogo presencial.

Escuchar el lenguaje corporal

La escucha activa también implica atender a otros signos diferentes de la comunicación verbal. Por ejemplo, puedes atender la expresión corporal de la otra persona, su mirada y su sonrisa, como signos faciales expresan sin pronunciar palabras. En ese caso, más que de escuchar el lenguaje corporal, se trata de observarlo. Es un complemento de información muy importante sumado a las propias palabras.

Si una persona te ha dicho que quiere hablar de un tema importante contigo, puedes tener el gesto de concretar una cita para charlar. La escucha activa muestra la intimidad que se crea en algunas conversaciones cuando surge una conexión emocional.

Fotos:Fotolia – panjj – Lorelyn Medina