Definición de Flor de la Vida

Las diferentes formas geométricas tienen dos posibles usos o dimensiones. Por un lado, permiten diseñar obras de arte o construir todo tipo de estructuras; como edificios, objetos de la vida cotidiana, etc.

Por otra parte, la geometría tiene una dimensión sagrada o divina, pues los símbolos con formas geométricas están muy presentes en las diferentes religiones y en todo tipo de corrientes espirituales. La Flor de la Vida es un claro ejemplo de la dimensión sagrada de la geometría.

Características geométricas de la Flor de la Vida

Esta estructura geométrica tiene las siguientes particularidades:

1) contiene un mínimo de siete círculos, de los cuales todos menos uno presentan el mismo diámetro,

2) los círculos se superponen, de tal forma que el centro de cada uno coincide con la circunferencia de los restantes círculos y

3) los distintos círculos están integrado en uno mayor. En síntesis, se trata de un patrón de simetría perfecta.

La Flor de la Vida está presenta en todo tipo de manifestaciones religiosas, culturales y esotéricas

Se afirma que el Creador se inspiró en esta estructura para diseñar el conjunto del universo. Esto implica a su vez que dicha estructura sea considerada como la «semilla de la vida» (este último concepto está presente en el Antiguo Testamento y por este motivo forma parte de la tradición judía y cristiana).

Se han encontrado representaciones de esta estructura geométrica en los restos arqueológicos del Antiguo Egipto, así como en templos del hinduismo o del budismo, en el arte fenicio, en las culturas eslavas y en Oriente Medio. Por otra parte, en el «Hombre de Vitruvio» de Leonardo da Vinci se representa el cuerpo humano dentro de una estructura similar a esta forma geométrica.

Al estar presente en distintas tradiciones se han suscitado todo tipo de análisis e interpretaciones relacionados con el significado profundo de esta estructura geométrica. En líneas generales se afirma que la Flor de la Vida tiene un evidente sentido esotérico. Mediante el mismo podemos comprender los misterios de la vida o las energías que fluyen en el cuerpo humano.

Una de las formas geométricas integradas en la Flor de la Vida es el cubo de Metatrón. Según varias interpretaciones, dicho cubo expresa la forma en que Dios diseñó el cuerpo y el alma humana. Este símbolo es considerado una herramienta para alcanzar la transformación del espíritu.

Un adorno en el merchandising esotérico

El mundo esotérico tiene múltiples ramas, terapias y propuestas alternativas. En este contexto, quienes creen en las dimensiones misteriosas de la vida recurren a símbolos para sentirse protegidos. Uno de los símbolos más populares es precisamente la Flor de la Vida.

Está presente en tatuajes, adornos decorativos o camisetas. Se dice que si colocamos este objeto en una pared y lo observamos con detenimiento podemos comunicarnos a distancia con un ser querido o proyectar su fuerza energética para solucionar algún problema personal.

En este escenario encontramos personas que usan esta forma simplemente por su atractivo estético.

Foto: Fotolia – i3alda