Definición de Garabato

La palabra garabato presenta acepciones muy diversas. Un garabato es un utensilio de hierro semicircular, un garfio con el que se sujeta una pequeña cuerda, una persona jorobada en el lenguaje coloquial que se habla en Cuba o un palo de madera con forma de gancho. Sin embargo, en su uso más corriente un garabato es un trazo imperfecto e irregular propio del dibujo infantil.

Los niños hacen garabatos

Cuando los niños aprenden a ser diestros en la escritura o el dibujo no tienen precisión en el manejo de lápices y bolígrafos, por lo que los trazos que presentan son imperfectos. Las formas que producen son conocidas como garabatos. Con el paso del tiempo van perfeccionando su precisión manual y lo que inicialmente no se podía entender se convierte en algo legible. Se podría decir que los garabatos son un primer paso en el proceso de aprendizaje. No hay que olvidar que las imágenes dibujadas por los niños empiezan a tener sentido a partir de los cinco años aproximadamente.

Hacer garabatos como forma de evasión

Hay adultos que tienen la costumbre de dibujar formas extrañas sin ningún orden y con la finalidad de entretenerse. Este tipo de dibujos son igualmente garabatos. Se realizan de una manera anárquica, involuntaria y sin ninguna pretensión concreta. Son típicas las figuras geométricas o las formas repetitivas. La acción de garabatear se realiza como mecanismo para evitar el aburrimiento o como una mera distracción. Es habitual hacer garabatos mientras se habla por teléfono, al mismo tiempo que se escucha en clase o como una forma de buscar la inspiración. Algunos expertos en el compartimiento humano consideran que estos extraños dibujos son algo más un simple pasatiempo, pues son una manifestación del estado de ánimo de nuestro inconsciente.

Garabatos y arte contemporáneo

Algunas formas del arte contemporáneo tienen un parecido con los garabatos infantiles. De hecho, hay artistas que se inspiran en este tipo de dibujos para crear sus propias obras. Con cierta frecuencia el arte contemporáneo es incomprendido por el público y para referirse a él hay personas que dicen que no son más que garabatos y que cualquiera podría hacerlos.

Algunos pintores recurren a los garabatos para comunicar un mundo de fantasía, de libertad y de ausencia de convencionalismos artísticos. El garabato tiene un componente de pureza infantil y de espontaneidad, dos elementos propios del arte contemporáneo. El listado de pintores que recurren a los «garabatos» es extenso: Miró, Twombly, Beuys, Moyer, Dodge, entre otros.

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