Qué es GNOME
Periodista esp. e investigador
A diferencia de lo que pasa en las plataformas macOS de Apple y Windows de Microsoft, los sistemas operativos libres en general y GNU/Linux en concreto son muy diversos, incluso en lo que respecta a entornos gráficos de usuario.
Cada propuesta incide en un tipo determinado de usuario; así, por ejemplo, KDE va a buscar el usuario que migra desde Windows y quiere un entorno rico y que le proporcione una sensación de continuidad, con elementos conocidos y al que no le cueste adaptarse.
En contraposición, los usuarios de Xfce buscan un entorno gráfico ligero, de mínimos, el cual pese poco y requiera de pocos recursos para trabajar, cargando poco la computadora. Este y otros entornos se dirigen a equipar computadoras ligeras o antiguas.
GNOME forma parte de esta rica diversidad de entornos gráficos de escritorio para GNU/Linux, estando también disponible para otros sistemas herederos de UNIX en diferentes versiones, como el Solaris de Oracle.
La historia de GNOME se remonta a agosto de 1997, cuando el proyecto fue lanzado por sus fundadores, los mexicanos Miguel de Icaza y Federico Mena como respuesta a la dependencia que KDE (el otro gran entorno de escritorio para UNIX/Linux tenía de las librerías QT, las cuales eran propietarias.
Por ello, GNOME se basó en las librerías GTK+ del programa de manipulación de imágenes The GIMP, que eran totalmente libres (posteriormente, las librerías QT también serían liberadas).
Además de diferir en la base del software, GNOME también se diferenciaba de KDE en la forma de trabajar.
Más espartano que su alternativa, GNOME se enfocaba en la productividad y en utilizar un lenguaje gráfico propio del entorno Linux/UNIX en vez de mimetizar el look&feel de Windows o Mac para atraer usuarios de dichas plataformas.
Esto llevó a que, durante un tiempo, hubiera una auténtica rivalidad entre ambos escritorios, KDE y GNOME.
Aunque es discutible si dicha rivalidad existió de veras a nivel de los responsables de ambas plataformas gráficas, lo cierto es que recuerdo una época en la que entre los usuarios sí se daba; uno “era” de GNOME o de KDE, y muchos odiaban a la otra plataforma.
Incluso Linus Torvalds, el creador de Linux, llegó a criticar duramente a GNOME en 2005 llamando a sus responsables “talibanes de la interfaz gráfica”, y recomendando a los usuarios que optaran por KDE.
El hecho es que pronto ambos entornos gráficos empezaron a coexistir en la mayoría de las distribuciones, permitiendo a los usuarios optar por uno u otro e, incluso, instalarlos a los dos y utilizar uno u otro en función de las necesidades.
La primera versión de GNOME vio la luz en 1999, y presentaba un aspecto diferente al que luce hoy en día.
Disponía de una barra de tareas en la parte inferior del escritorio, que se podía esconder, y utilizaba diversos compositores de ventanas, de forma que el marco de las ventanas de las aplicaciones podía presentar un aspecto diferente dependiendo de quien configurara el entorno gráfico.
A medida que pasaba el tiempo, se iba dotando también de programas accesorios, como el navegador de archivos Nautilus, el cliente de correo Evolution, el procesador de texto AbiWord, o el reproductor de música Rhythmbox.
GNOME 2, publicado en 2002, presentaba dos barras en el escritorio: una en la parte superior, con los menús e iconos de elementos de la computadora y las apps, y otra en la parte inferior con los iconos de las aplicaciones abiertas.
Seguía con la filosofía de simplicidad y minimalismo estético, unificando todavía más la interfaz de usuario gracias a un compositor de ventanas unificado y a un conjunto de widgets más consistente.
GNOME 3 (2011) representó un cambio radical en el aspecto de este entorno gráfico, con la introducción de GNOME Shell.
Todavía más minimalista, consiste en una barra de estado en la parte superior, así como un dock de aplicaciones similar al de macOS, el cual se esconde tras su uso. También contamos con un panel de escritorios virtuales entre los que podemos distribuir las aplicaciones abiertas.
Si bien las críticas iniciales a este cambio llegaron incluso desde la propia comunidad de GNOME, y algunas distribuciones migraron a otros entornos gráficos como alternativa a GNOME 3, la mejora de ciertos aspectos sutiles acabó acarreándole consecuencias beneficiosas.
Entre estas, por ejemplo, Ubuntu -una de las distribuciones con mayor trascendencia en la comunidad linuxera, si no la que más- acabó dejando de lado su propio entorno de escritorio Unity en favor de GNOME 3 en 2017, aunque modificando el entorno GNOME para adaptarlo y que se pareciera funcional y visualmente a Unity.
Foto Fotolia: Nukul2533
Trabajo publicado en: Feb., 2019.
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