Ilícito - Definición, Concepto y Qué es
Un acto es considerado ilícito cuando va en contra de la ley. En otras palabras, en el ordenamiento jurídico de un país se establece un sistema de normas que permiten ordenar y regular el comportamiento humano y cuando se produce una transgresión de las normas se comete un acto ilícito. De esta manera, en la esfera del derecho los actos ilícitos pueden tener relación con el derecho penal o con el derecho civil. En este sentido, quien comete un acto ilícito es considerado el responsable de una acción delictiva.
Hay que tener en cuenta que el término ilícito proviene del vocablo en latín illicitus, que significa que algo no está permitido por la ley.
El ilícito civil
Cuando se transgrede una norma de tipo civil se habla de un ilícito civil. Por lo general, el ilícito civil hace alusión al incumplimiento de algún deber y, por lo tanto, estamos hablando de un tipo de infracción. Así, si una persona incumple los acuerdos de un contrato se verá obligada a afrontar algún tipo de sanción o a pagar una indemnización por los daños y perjuicios causados. Otro ejemplo de acto ilícito civil sería aquel caso en el que un miembro de una pareja no cumpliera sus deberes conyugales.
El enriquecimiento ilícito, un ejemplo de ilícito penal
Uno de los delitos que con mayor frecuencia aparece en los medios de comunicación es el enriquecimiento ilícito. Se entiende por enriquecimiento ilícito el incremento de patrimonio no justificado por parte de un funcionario, una autoridad política o un cargo de confianza en la administración del estado. Si un individuo vinculado a algún poder del estado se enriquece de manera notable y dicho enriquecimiento tiene relación con su cargo, estará cometiendo un delito de enriquecimiento ilícito.
Actos ilícitos y actos inmorales
Un acto es ilícito si va en contra de la ley y un acto es inmoral si se opone a los valores morales. El derecho y la moral pueden tener relación y con frecuencia un comportamiento ilícito es considerado igualmente como una conducta inmoral. Sin embargo, la ley no puede valorar actos inmorales que no estén recogidos en algún código legal, por lo que ciertas conductas al margen de la moralidad pueden ser totalmente lícitas. No hay que pensar, por lo tanto, que lo lícito equivale a moral y que lo ilícito implica una inmoralidad.
La moralidad tiene una dimensión subjetiva y tiene relación con los valores sociales, mientras que la ley tiene un carácter objetivo y, en consecuencia, un acto se convertirá en ilícito si encaja con lo que expresa una norma jurídica.
Fotos: iStock – EdStock / YiorgosGR
Trabajo publicado en: Abr., 2016.
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