Imperio Austrohúngaro (1867-1919) - Definición, Concepto y Qué es

El mapa político de Europa en los últimos 100 años se ha alterado de manera sustancial. Un claro ejemplo de ello fue la disolución del Imperio Austrohúngaro en 1919 como una de las consecuencias de la l Guerra Mundial.

Origen de la alianza entre austríacos y húngaros

En los años previos a la creación del Imperio los austriacos habían sufrido importantes derrotas militares frente a los prusianos y, por otra parte, en 1866 los alemanes expulsaron a Austria de la Confederación Germánica.

Paralelamente, los húngaros tenían dos motivaciones de carácter estratégico: impulsar la marginalización en el Reino de Hungría para debilitar a las minorías étnicas y culturales e incrementar su fuerza militar con el fin de preservar su soberanía.

Ambos estados decidieron aliarse creando un Imperio dual. Compartían un mismo emperador pero seguían manteniendo sus respectivos parlamentos y tradiciones culturales.

El fin del Imperio

La l Guerra Mundial no solo generó muerte y destrucción sino que también tuvo consecuencias de orden político. La inestabilidad del Imperio Austrohúngaro controlado por la dinastía Habsburga se agudizó durante la última fase de la Gran Guerra. En este sentido, en 1916 falleció el emperador Francisco José l y en 1918 el ejército austrohúngaro sufrió derrotas importantes frente a las tropas rumanas, italianas y serbias.

No pudiendo continuar con la guerra los líderes del Imperio Austrohúngaro decidieron rendirse en noviembre de 1918. Esta circunstancia aceleró las declaraciones de independencia de Eslovaquia y Serbia y en pocos meses el emperador Carlos l tomó la decisión de disolver definitivamente la alianza entre Austria y Hungría.

Datos de interés

– Los territorios integrados en el Imperio se encontraban en la parte suroriental europea. Estaban formados por Austria y Hungría y, por otra parte, distintos territorios de otras naciones (Polonia, Ucrania, Italia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Croacia, Eslovenia, Eslovaquia, Montenegro, Chequia y Rumania). En total tenía una extensión de 675.000 km cuadrados, una superficie ligeramente mayor que la de Francia.

– Desde lo lingüístico había dos idiomas oficiales (alemán y húngaro) y en sus fronteras se hablaban idiomas como el el polaco, el serbocroata, el rumano o el italiano.

– Desde un punto de vista étnico, cultural y religioso existía igualmente una gran diversidad y esta circunstancia fue una constante amenaza para la estabilidad del Imperio.

– A lo largo de sus 52 años de historia hubo dos monarcas en el trono: Francisco José l y Carlos l (este último se mantuvo en el trono durante los últimos tres años y tras la disolución del Imperio se vio forzado a exiliarse en Suiza).

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