Definición de Imperio Mongol
En el siglo Xlll las tropas de Gengis Kan iniciaron un periodo de conquistas y en pocos años se consolidó el inmenso Imperio mongol.
Si bien los mongoles no tenían un numeroso ejército, dominaban la estrategia militar y tenían dos potentes bazas: una experta caballería y unos diestros arqueros. Con ellos consiguieron dominar amplios territorios del norte de China, Asia Central, la actual India y Rusia y Pakistán.
Los descendientes de Gengis Kan, especialmente su nieto Kublai Kan, ampliaron los territorios imperiales. Sin embargo, a finales del siglo XlV la situación empeoró por las inundaciones del río Huang He, la hambruna en el norte de China y las luchas internas. Con el fin de la dinastía que inició Gengis Kan el Imperio mongol fue sustituido en China por la dinastía Ming.
¿Cómo eran los mongoles en el siglo Xlll?
La historia del pueblo mongol y de su Imperio se puede rastrear a través de un documento literario de gran valor histórico, «El libro secreto de los mongoles». De este modo, sabemos que era un pueblo de pastores nómadas con espíritu guerrero y conquistador. Su principal divinidad era Tengri, cuya fuerza movía los astros y guiaba el curso de la naturaleza.
Al margen de sus mitos y Dioses, tenían muchas supersticiones (el agua y el fuego eran considerados símbolos sagrados). Con el paso del tiempo adoptaron el budismo de la tradición China y sus mitos se convirtieron en un elemento de su tradición oral.
Si bien fueron crueles y despiadados en las batallas, en tiempos de paz difundieron las artes, la arquitectura y la astronomía. Tenían tres grandes pasiones: montar a caballo por las interminables estepas, el tiro con arco y la lucha libre (la modalidad de lucha mongola recibe el nombre de bökh y durante el periodo del Imperio mongol fue utilizada como sistema de entrenamiento para el ejército).
El Imperio mongol y los relatos de Marco Polo
El comerciante veneciano Marco Polo, su padre y su tío emprendieron un viaje hacia China para comerciar en la llamada Ruta de la Seda. Fueron bien acogidos por Kublai Kan, quien les recibió en su residencia de verano de Xanadú.
Durante 23 años Marco Polo recorrió miles de kilómetros por todo el Imperio Mongol gracias a un salvoconducto que le proporcionó el propio Kublai Kan. A su regreso a Venecia empezó a escribir su famoso relato de viajes, «El libro de las Maravillas». A través de sus páginas podemos saber todo tipo de detalles: la estructura del ejército, el sistema de correos, el funcionamiento de la administración, el uso de papel moneda, la fabricación de la seda, las grandes obras públicas o la gran destreza de los jinetes mongoles.
El relato de Marco Polo tuvo una buena acogida en Europa, pero muchos consideraban que el veneciano había sido demasiado fantasioso en sus descripciones.
Fotos: Fotolia – Mors74 / Peter Hermes Furian
Trabajo publicado en: Ago., 2017.
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