Qué es Investigar
1. Pesquisar sobre una cosa o tema para un fin determinado.
2. Buscar las causas de una afección a través de exámenes clínicos y de laboratorio.
3. Abordar un método científico conforme la obtención de resultados a un estudio.
4. Tratar de descifrar un acto delictivo.
Etimología: Por el latín investigāre.
Cat. gramatical: Verbo transitivo.
En sílabas: in-ves-ti-gar.
Investigar
En latín investigāre, está constituido por el prefijo in-, ‘en’, y vestīgāre, por ‘seguir’, ‘buscar’. Investigar es sinónimo de analizar, averiguar o indagar. Realizamos una investigación porque desconocemos algo y necesitamos aportar algún tipo de solución al respecto.
El concepto de investigación es aplicable a ámbitos distintos, especialmente el científico, el policial o el histórico. La actividad de investigar es una típica acción humana, que todos los individuos desplegamos en algún momento de nuestras vidas con la intención de lograr nuevos conocimientos, para solucionar conflictos o complicaciones que puedan presentarse ante nosotros, o bien para responder a cuestiones científicas que requieren de una respuesta irrefutable, solamente obtenible a partir de una consciente investigación sobre la materia de estudio.
La investigación científica
Por lo general, un científico se pone a investigar un aspecto de la realidad cuando encuentra un problema que no tiene solución. Para poner en marcha un proceso de investigación científica el investigador parte de una hipótesis explicativa. A continuación deberá utilizar un método (normalmente el método hipotético-deductivo). Seguidamente, se contrastan los hechos hallados con la hipótesis propuesta. Tras comprobar que los hechos son explicados por su hipótesis inicial, el científico presenta sus conclusiones definitivas.
La investigación científica tiene que cumplir ciertos requisitos metodológicos, así como unos criterios de objetividad y rigor compartidos por la comunidad científica. No olvidemos que los resultados científicos deben ser evidentes y sin ningún tipo de subjetividad. De lo contrario, estaríamos hablando de pseudociencias, una esfera en la que la idea de investigación objetiva es muy discutible.
La investigación científica puede entenderse de varias maneras. Existe una investigación básica o teórica. Por otra parte, es posible llevar a término una investigación aplicada, una de tipo documental, una investigación de campo o una con carácter experimental.
La investigación policial
Esta modalidad de investigación tiene un carácter científico evidente. Desde que se comete un delito hasta que se resuelve, la policía activa un proceso complejo de investigación. El primer paso es conocer todos los hechos relacionados con el delito. En segundo lugar, se procede a recopilar y a analizar las pruebas del delito. A continuación, son interrogados los sospechosos. Por último, la policía encuentra la solución en su tarea investigadora cuando es capaz de demostrar con pruebas irrefutables que un individuo ha cometido un delito.
El modelo de investigación policial ha sido abordado por la literatura y el cine, donde podemos encontrar todos los ingredientes que conducen al esclarecimiento de los crímenes (huellas dactilares, pruebas de ADN, interrogatorios o análisis de imágenes). Vale la pena recordar que el personaje de Sherlock Holmes investiga el crimen utilizando una metodología científica.
Investigación histórica
El historiador estudia los hechos del pasado, que pueden referirse a tiempos remotos (por ejemplo, los hechos de la prehistoria) o acontecimientos de hace cien años. En cualquier caso, la investigación histórica tiene que esclarecer un asunto a partir datos objetivos (información de un archivo, restos arqueológicos o testimonios escritos, entre otros muchos elementos).
El historiador reconstruye el pasado y para ello necesita recurrir a disciplinas históricas auxiliares (por ejemplo, la numismática, la heráldica o la genealogía). La investigación histórica se basa en una serie de pasos y estrategias: definición del tema a tratar, establecimiento de una metodología, recurrir a las fuentes originarias, ordenación de la información y, finalmente, la presentación de unos resultados.
Todo es susceptible de una investigación
Si una persona quiere conocer sus orígenes deberá indagar sobre sus antepasados. Si alguien tiene la necesidad de mejorar su negocio, tendrá que investigar qué hace la competencia. Y si tenemos un examen deberemos estudiar y, por lo tanto, investigar una materia. Estos sencillos ejemplos nos recuerdan que el concepto de investigación está presente en cualquier actividad humana. En otras palabras, no es posible no investigar, pues supondría renunciar al conocimiento.
Fotos: iStock – kadmy / poba
Trabajo publicado en: Oct., 2012.
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