Definición de IPC
IPC es una sigla que corresponde a la siguiente denominación: Índice de Precios al Consumidor, aunque, cabe destacarse, que dependiendo del país en el cual se esté se denominará así o podrá aparecer en su defecto como: Índice de Precios al Consumo o Índice de Precios de las marcas al Consumo.
Índice que valora monetariamente los productos que integran la canasta básica familiar
Entonces, el IPC es un índice en el cual aparecerán destacados y valorados los precios de una serie de productos básicos, que la gente consume regularmente y conocidos popularmente como canasta familiar.
El mismo se determina a partir de una herramienta de medición que se llama Encuesta Continua de Presupuestos Familiares y cuya elaboración corresponde al órgano estatal que se ocupa justamente de las estadísticas nacionales.
La encuesta a través de sus preguntas busca aproximarse lo máximo posible a los hábitos de consumo regulares que presentan las familias, para después, a partir del conocimiento de los productos, poder estudiar cómo evolucionan los precios de los mismos, es decir, el precio de uno de ellos comparado con una muestra realizada con anterioridad.
Finalmente, con esa información se creará el IPC.
Precios arriba (Inflación) o precios abajo (deflación)
Ahora bien, el porcentaje o variación que presentan los productos pueden ser positivos, lo cual indica que ha habido un aumento en el precio del mismo, o en su defecto negativo, lo que por el contrario nos indica una baja en el valor.
Son condiciones sin equanom, por un lado, que el IPC sea representativo y de confianza, o sea, que se estudie a una importante población para cumplir con estos dos requisitos.
Y por otra parte que sea factible de comparación, o sea, que se lo pueda comparar en espacio y tiempo con otros IPC del país o bien de otras naciones.
Entre los usos más destacados y recurrentes que se le atribuyen al IPC se cuentan los siguientes: medir la inflación de un país, actualizar deudas, indicador para la revisión salarial.
En la última situación mencionada, el IPC, resulta esencial, dado que si los precios de los productos que más consume una familia tipo han aumentado, también y acompañando esa situación debe haber un incremento del salario, de lo contrario, el empleado pierde poder de adquirirlos.
En un contexto inflacionario justamente esto último es lo que ocurre, los precios de la llamada canasta suben considerablemente y entonces, a los consumidores que siguen ganando el mismo salario, se les complica poder comprar todos como podían antes, porque claro estos cuestan más y él sigue ganando lo mismo.
Cuando se suceden estos escenarios de inflación en un país será imprescindible, para que las personas no sufran caída en su poder de compra, poder acompañar el aumento de precios de los bienes básicos con un aumento de su salario, de este modo, podrá ganarle a la inflación y seguir adquiriendo esos productos de la canasta básica, de lo contrario, el consumidor se verá severamente afectado a la hora de poder cubrir la compra de los mismos.
Y lo que lamentablemente termina sucediendo es que las personas dejan de adquirir esos productos, que en su mayoría corresponden a alimentos, situación que termina afectando el acceso adecuado a los nutrientes básicos.
El IPC de los principales productos de la canasta familiar generalmente aumentan con el correr del tiempo generando la inflación que hablábamos, aunque también como se dijo es posible el fenómeno opuesto, que bajen, y que se conoce como deflación.
La inflación y la deflación, dos escenarios negativos para la economía
A priori se tiende a creer que este descenso de los precios es positivo porque le permite al consumidor comprar más porque le sobra el dinero para hacerlo.
Sin embargo, la deflación tiene efectos negativismos para la economía de una nación.
Al percibir esta situación, el consumidor se suele retraer pensando que los precios bajarán más y podrá comprar aún más barato, pero esta decisión genera como contrapartida que las empresas no inviertan, impactando dicha acción de modo negativo en la economía general.
También esta parálisis de compra genera que las ventas caigan y que los empresarios deban echar empleados porque no pueden sostener los gastos.
Ambos escenarios descriptos, inflación y deflación, son muy inconvenientes para el desarrollo y crecimiento económico de cualquier país.
Por caso es que las instituciones monetarias y las autoridades políticas deben lograr la estabilidad de precios y salarios para que estos se mantengan en un equilibrio y no generen esos trastornos.
Trabajo publicado en: Ago., 2013.
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