Definición de Lección

El concepto que nos ocupa en esta reseña dispone de un uso extendido en nuestro idioma, puede usarse en diversos contextos, aunque todas sus referencias están vinculadas a la enseñanza o aprendizaje de algo. La lección es un acto mediante el cual una persona enseña algún tipo de dato o información y otra persona recibe y aprende esa información que antes no poseía o no conocía, podríamos ejemplificarlo con la típica enseñanza que un maestro le imparte a un alumno durante una clase. “La profesora de historia nos tomó la lección y la verdad que no me fue muy bien porque no había estudiado el contenido”.

La lección es sin duda alguna un acto educativo y comunicativo ya que nunca puede suceder si no cuenta con dos partes: la que enseña y la que aprende. Si bien el concepto de lección se relaciona profundamente con la práctica escolar y el ámbito de la escuela, la verdad es que las personas podemos impartir y recibir lecciones en todo momento y lugar, de modo formal o informal y sobre las más variadas cuestiones de la vida.

Una lección puede describirse como la acción de impartir algún tipo de enseñanza desde un individuo a otro (aquí es interesante aclarar que tanto los humanos como los animales tienen la capacidad de aprender lecciones). La lección tiende a tener características específicas de cada situación, aunque generalmente tienen como rasgos la duración finita (es decir que una lección no puede durar eternamente), la necesidad de contar con material o información específica a aprender, que se lleven a cabo en ambientes especialmente adecuados a las necesidades, etc.

Cuando hablamos del ámbito escolar o educativo, las lecciones son parte de un tipo de educación formal. Esto quiere decir que esas lecciones están previamente diseñadas, organizadas y desarrolladas de acuerdo a un sistema específico que debe ser respetado.

A diferencia de esto, las lecciones que se dan fuera de ese ámbito, por ejemplo la lección que le puede enseñar un padre a su hijo, forman parte de un tipo de educación informal que se realiza de manera espontánea y sin previsión si no que se da sobre la marcha o de acuerdo a los momentos en los que surja la necesidad.

Uno de los ejemplos más convencionales de este tipo es cuando por ejemplo un padre le explica a su hijo que no debe gritar cuando asisten a un lugar público, por ejemplo, un centro de salud, porque con ese comportamiento se estará molestando a la gente allí presente que normalmente siente alguna dolencia, y por supuesto los gritos son ciertamente molestos y además no corresponden a un niño educado.

Si cuando vuelven al mismo lugar el niño ya no presenta ese comportamiento errático que describimos de gritar y portarse mal, entonces, podremos decir que aprendió la lección que su padre le dio oportunamente.

Ahora bien, también los hijos a veces les pueden dar lecciones de vida a sus padres, por ello que antes hablábamos que las lecciones pueden darse desde cualquier lugar y en cualquier contexto.

Un hijo que le demuestra a su padre que tuvo un comportamiento desafortunado con un vecino y que ello no corresponde y le explica que en esos casos debe ser más tolerante porque se trata de una persona mayor que puede no estar bien de salud. Eso también es una lección.

La meta es que alguien aprenda algo que no conoce

Las lecciones siempre tienen como objetivo permitir que la persona que aprende reciba información que no poseía o por lo pronto que no conocía de modo apropiado.

La idea primordial que propone una lección no debe ser retar ni maltratar a nadie, el objetivo es enseñarle a quien corresponda que aquello que hizo o quiere hacer no corresponde y se le muestra un camino alternativo que es el correspondiente.

Nunca jamás se podrá sacar un buen aprendizaje de alguien si se lo hostiga o maltrata.