Definición de Legalidad
El concepto de legalidad se traduce a la condición de ser o estar dentro de lo permitido por la ley, es decir, acompañar, proceder y estar en conformidad con las determinaciones legales. Ejemplos: a) la fábrica opera legalmente’; b) ‘la acción de los manifestantes va más allá de la legalidad’.
Etimología: Configurado sobre legal, por el latín legālis, y el sufijo -idad, en propiedad de cualidad en función de la sustantivación.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: le-ga-li-dad.
Legalidad
Cuando se habla de legalidad se hace referencia a la presencia de un sistema de leyes que debe ser cumplido y que otorga la aprobación a determinadas acciones, actos o circunstancias, y como contrapartida desaprueba a otras tantas que afectan las normas establecidas y vigentes. La legalidad es, entonces, todo lo que se realice dentro del marco de la ley escrita y que tenga como consecuencia supuesta el respeto por las pautas de vida y coexistencia de una sociedad dependiendo de lo que cada una de ellas entienda por tal concepto.
La ley y el estado de derecho
La ley es una regla, una norma, que en un estado de derecho implicará un precepto dictado por una autoridad competente y que debe ser respetado sin excepciones por quienes habitan o conviven en ese estado en cuestión. Esa ley exigirá algo o en su defecto desaprobará algo que estará en estrecha sintonía con la justicia y con el bien común de la comunidad.
En tanto, todas aquellas acciones que violan una ley están especialmente tipificadas en un código y por caso implicarán un castigo que estará vinculado con la gravedad y la naturaleza de la falta.
Entonces, las leyes lo que hacen es limitar las acciones y comportamientos de los hombres que conviven en una comunidad con la misión de ordenar y garantizar el orden y el respeto de los derechos de todos.
Al no haber una plena conciencia de todos al respecto de lo que está bien hacer y lo que no es que para asegurar la paz y la convivencia social debe haber leyes que sí lo aseguren y velen por ello.
Cualquier estado de derecho que se precie de tal estará regido por un sistema normativo y de instituciones en relación a una constitución madre que se ocuparán de garantizarnos a todos los derechos humanos básicos. Siempre, cualquier medida o acción estará sujeta o referida a una norma escrita en el estado de derecho. Porque son las leyes las que organizan y fijarán los límites de los derechos a los que cualquier acción está sujeta.
La legalidad, marco legal para resolver situaciones y disputas
La legalidad es entonces el marco dentro del cual existe todo el sistema de leyes que una sociedad ha decidido darse, volviéndose el espacio al cual los responsables de ejecutar la ley recurren en busca de información sobre cómo resolver tal o cual situación. Es importante aquí señalar que el ámbito legal de una comunidad puede no ser enteramente compartido por otra comunidad, sobre todo en lo que respecta a tradiciones y leyes antiguas que permanecen en el tiempo. De allí que muchas sociedades entren en conflicto a la hora de resolver cuestiones comunes, aunque en ese sentido la ley o legalidad internacional busca establecer pautas de convivencia comunes que puedan ser organizadas y resueltas de acuerdo a los intereses de todas las naciones en conjunto.
El principio de legalidad surge ya en las sociedades más antiguas que comenzaron a poner por escrito las leyes que antes se mantenían oralmente y que eran resultado de las costumbres o tradiciones (leyes consuetudinarias). Al colocar a la ley por escrito, se le da verdadera entidad ya que su interpretación deja de ser arbitraria o antojadiza y supone el sometimiento de todos y cada uno de los individuos a su existencia. Las leyes de una sociedad han sido establecidas a fin no sólo de solucionar conflictos o disputas, sino también con el objetivo de organizar y ordenar la vida cotidiana en innumerables aspectos que pueden ir desde lo comercial y lo civil hasta lo religioso, lo familiar o lo individual.
Imaginémonos por un segundo lo caótico que sería vivir y desarrollarse en una sociedad en la cual no existiese la legalidad, las normas… Sí, sería sumamente difícil y porque no imposible hacerlo y llegar a un buen puerto. La legalidad, es decir, vivir dentro de un marco de legalidad, nos garantiza a los ciudadanos que se respetarán nuestros derechos como tales y que en el caso que así no sea podremos hacer el correspondiente reclamo ante la justicia que se ocupará de restablecer aquel derecho afectado.
Ahora bien, para que la legalidad sea un hecho concreto además de existir el sistema de normas es necesario que la sociedad se comprometa a respetar las leyes, porque si hay una ley y no la cumplimos no tendrá mucho sentido.
Cada persona tiene la responsabilidad social de ayudar y contribuir en la consolidación de la legalidad y del estado de derecho y lo puede hacer sencillamente, con pequeñas acciones: cooperando y respetando la ley, conociendo la normativa básica, condenando y alejándose de las acciones que contrarían la legalidad.
Trabajo publicado en: Feb., 2010.
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