Definición de Mantenimiento

Evelyn Maitee Marín
Ingeniera Industrial, MSc en Física, y EdD

Mantenimiento Industrial

En la actualidad, el mantenimiento industrial se concibe como una disciplina encargada de gestionar y ejecutar las actividades relacionadas con la preservación, mejora y reparación de equipos, componentes, instalaciones y sistemas de una empresa, ya sea que se ejecute con recursos propios de la organización, o se lleve a cabo de forma parcial o total por terceros.

Abarca las diferentes áreas de una empresa en las cuales se disponga de bienes productivos, así, los trabajos de mantenimiento pueden ser de tipo mecánico, eléctrico (como se muestra en la imagen), electrónico, hidráulico, de sistemas informáticos, obras civiles, etc.

Esta disciplina comenzó a gestarse formalmente a partir en los años 50, después de culminar a Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, se ha convertido, para muchas empresas, en una de las áreas fundamentales que garantiza el óptimo funcionamiento de las instalaciones. Sin embargo, el factor de mantenimiento no siempre ha tenido el mismo enfoque, ya que durante su evolución, han surgido diversas modalidades y se han perfeccionado otras, siempre en aras de lograr una gestión adecuada de los recursos (económicos, humanos, materiales, tecnológicos) para alcanzar el cumplimiento de los objetivos.

Las maquinarias y equipos normalmente están compuestas de piezas y mecanismos que por el uso o el tiempo tienden a sufrir desgaste, para lo cual la intervención del mantenimiento contribuirá a prolongar su vida útil y reducir las paradas a causa de averías.

Objetivos del mantenimiento industrial

Ya sea que existe un departamento formal en una compañía, o que las funciones de esta disciplina estén asignadas a una persona o grupo en otra área (como ocurre en pequeñas empresas), siempre las tareas del mantenimiento deben estar encaminadas en el logro de los siguientes objetivos:

– Prevenir las paradas de equipos o inhabilitar instalaciones a causa de averías; esto es posible cuando la gestión de mantenimiento se enfoca en la anticipación de averías, para reducir de forma significativa las paradas de producción.

– Prevenir los inconvenientes ocasionados por falta de mantenimiento y reducir la gravedad de las averías. Para lograr este objetivo, se requiere una adecuada planificación, así como la correcta concreción de los aspectos que se deben revisar, para que disminuya considerablemente la aparición de anomalías, lo cual a su vez también reduce las averías de gran impacto. Es igualmente importante la puesta en práctica de un cronograma de revisiones periódicas en los equipos, componentes e instalaciones, que contemple suficiente nivel de detalle y precisión con el cual se diseñe un plan.

– Preservar en óptimas condiciones de productividad y seguridad a todos los equipos e instalaciones. Los resultados del mantenimiento van más allá de lograr los niveles y estándares de producción establecidos, sino que se relaciona estrechamente con el área de seguridad industrial, puesto que las averías también pueden ser causantes de accidentes laborales. Los puntos de revisión no siempre se deben estandarizar, ya que lo recomendable sería promover las verificaciones específicas y puntuales considerando el uso del bien productivo, el entorno donde opera y el ritmo de trabajo al que está sometido.

Una labor de mantenimiento deficiente no solo afecta a la producción, puesto que una falla en el funcionamiento de las maquinarias y herramientas puede resultar en una lesión a personas.

– Mantener y prolongar la vida útil de los bienes productivos; para ello es necesario el establecimiento de calendarios de inspección oportunos y que se adapten a cada equipo de trabajo. Esto ofrece garantías en el logro del adecuado rendimiento para el cual ha sido diseñado el sistema, y de ser posible, incluso prolongar la vida útil de los bienes más allá del tiempo previsto.

– Siempre que sea posible y beneficioso, se debe innovar, automatizar y tecnificar los procesos. En este sentido, la labor de mantenimiento no se limita a la conservación de los bienes productivos, ya que además debe procurar y participar en la mejora continua de la organización. Por ello, es importante innovar con el desarrollo de métodos de trabajo, optimizar los procesos, y de ser viable, automatizarlos.

Las tecnologías facilitadoras de la llamada industria 4.0, sin duda han sido un gran avance que ha permitido mejorar el proceso de gestión y aplicación de la disciplina de mantenimiento en la industria.

– Disminuir los costes de la empresa mediante la correcta implementación de un adecuado sistema de mantenimiento, que permite la reducción de los costes tanto directos como indirectos, por ejemplo, las disminución de las horas imputables a las paradas de producción, o por costes de reparación, las pérdidas de ventas, o los accidentes ocasionados por fallas en los equipos o instalaciones.

– Integración del área de mantenimiento con otros sectores de la empresa, como el departamento de producción y el de I+D. Para la consecución de este objetivo, el trabajo grupal y la comunicación son cruciales a fin de integrar y generar aportes significativos del departamento con las demás áreas.

Modalidades

Desde que el mantenimiento industrial surgió, ha evolucionado y se han desarrollado algunas modalidades, entre las cuales se destacan:

Mantenimiento correctivo: fue uno de los primeros enfoques que emergió en esta disciplina. Se caracteriza por la atención de las fallas y averías después que estas ocurren, por lo cual sus actividades se enfocan en las reparaciones y correcciones de dichas fallas.

Mantenimiento preventivo: como su nombre lo indica, se enmarca en una planificación en la que se establecen las pautas y actividades encaminadas a prevenir las fallas y averías, para lo cual el personal debe desarrollar un plan, tomando en consideración las recomendaciones de los fabricantes y la vida útil de los bienes productivos. Sus principales tareas van desde inspecciones periódicas, revisión de partes y componen y reemplazos mediante paradas planificadas.

Mantenimiento predictivo: esta es una de las modalidades que mayor fuerza ha cobrado en los últimos años, y se basa en el seguimiento y análisis de los modos de fallas de los bienes productivos. La predicción de las fallas está fundamentada en el estudio de parámetros (normalmente sin la detención del equipo), como vibraciones, presión, resistencia eléctrica, entre otros; que durante el funcionamiento de los sistemas, ofrecen señales del comportamiento normal de dicho sistemas, así como de la proximidad de una falla inminente, y esto permite la atención oportuna del bien, antes de que se presente la avería maximizando a su vez la vida útil de los componentes. Para registrar estos parámetros, se requiere del uso de equipos de medición, sensores y técnicas estadísticas para el pronóstico de fallas, y entre las técnicas más utilizadas se encuentran:

• Análisis de frecuencia
• Análisis por ultrasonido
• Termografía
• Análisis de aceites y lubricantes

El análisis de aceites y lubricantes es una técnica empleada en el mantenimiento predictivo para detectar presencia de contaminantes (como agua, cenizas, elementos de desgaste de metales, hollín, refrigerante, combustible, etc.), que puedan dar indicios de alguna fuga o falla en el equipo que se estudia.

Por: Evelyn Maitee Marín. Ingeniera industrial con maestría en Ciencias aplicadas de Física y doctorado en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad del Zulia.

Art. actualizado: Enero 2023; sobre el original de octubre, 2009.

Datos para citar en modelo APA: Marín, E. M. (Enero 2023). Definición de Mantenimiento. Significado.com. Desde https://significado.com/mantenimiento/