Definición de Matriarcado
En algunas comunidades las mujeres son reconocidas como líderes sociales, económicos y políticos. Este fenómeno es conocido como matriarcado, un modelo de sociedad minoritario en la actualidad y que solo existe en algunas comunidades aisladas. En este sentido, se pueden mencionar a los inuit en algunos territorios de Norteamérica, los Ibo en Nigeria, los Kung en el desierto del Kalahari o los Nagovisi en la isla de Bouganville.
En la prehistoria
Algunas tallas del neolítico, las llamadas Venus, sugieren que hace miles de años hubo comunidades en las que las mujeres tenían un papel protagonista. Estas tallas son interpretadas por los antropólogos en un doble sentido: el culto a la fecundidad femenina y el rol de liderazgo de las mujeres.
El fundamento antropológico del matriarcado de la prehistoria se basa en el linaje matrilineal, que implica que todas las relaciones familiares y sociales tenían como referencia a la madre. Se calcula que entre el paleolítico y el neolítico este modelo social fue el mayoritario. Hay que tener en cuenta que el ser humano de la prehistoria desconocía los mecanismos del embarazo y, por lo tanto, quien presentaba pruebas concluyentes sobre la fecundidad era exclusivamente la mujer.
Durante el largo periodo del matriarcado todos los fenómenos de la naturaleza son atribuidos a alguna divinidad
En aquel contexto, la mujer es la única que da la vida y en este sentido su figura es venerada por el conjunto de la sociedad.
En consecuencia, la mujer lidera a una comunidad y es ella quien decide dónde se debe vivir y de qué manera.
El matriarcado en el País Vasco
Si bien es incuestionable que la mayoría de modelos sociales son de tipo patriarcal, también es cierto que en algunas comunidades las mujeres mandan de una manera no oficial. En el País Vasco la mujer ha tenido y tiene una autoridad moral especial en el conjunto de la sociedad.
La sociedad y la cultura vasca tradicional se fundamentaban en el caserío rural, en la que la mujer era el pilar fundamental sobre el que se organizaban las labores domésticas y la vida cotidiana en general. El hombre tenía un papel secundario y se dedicaba principalmente al cuidado del ganado o al pastoreo. La señora de la casa (la etxehoandre) no era la única que mandaba, pues otras mujeres tenían un papel singular en la vida cotidiana, como las parteras, las herbolarias o las mujeres encargadas del cuidado de la iglesia.
Todas estas figuras femeninas del mundo rural vasco gozaban de un gran prestigio social y por ello algunos antropólogos (por ejemplo, Julio Caro Baroja) hablan del matriarcado vasco.
Fotos: Fotolia – Mondela – Vbel71
Trabajo publicado en: Jul., 2017.
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