Definición de Mesolítico

El mesolítico, también conocido como la Edad de Piedra, es considerado un periodo transitorio entre el paleolítico y el neolítico. Así, durante este etapa intermedia los grupos humanos todavía eran cazadores y recolectores como en el paleolítico pero poco a poco iban incorporando estrategias para optimizar los recursos naturales a su disposición.

Particularidades de los humanos en el mesolítico

Los antropólogos consideran que el hombre del mesolítico ya se puede considerar plenamente como un homo sapiens.

El rasgo humano más singular del mesolítico es la incorporación de mecanismos culturales primarios entre los grupos sociales.

En términos antropológicos las comunidades mesolíticas son consideradas como sociedades cazadoras recolectoras complejas. Esta situación se tradujo en varias circunstancias:

1) una tendencia hacia el sedentarismo, pues hay que recordar que el nomadismo propio del paleolítico resultaba extremadamente duro para los individuos y estaba asociado a la incertidumbre permanente,

2) esta tendencia provocó que el hombre del mesolítico se instalase cerca de lugares donde podía abastecerse de la caza, aunque fuera de una manera temporal y

3) la situación de semi-nomadismo fue acompañada de un aumento demográfico y una competencia entre los grupos humanos para hacerse con los recursos naturales,

4) las transformaciones anteriores provocaron a su vez una diversificación de la dieta (se practicaba la caza mayor, la caza menor y otras alternativas alimenticias como la pesca fluvial y la recolección de moluscos) y

5) en el mesolítico aparecen las primeras formas de enterramientos, las necrópolis (este hecho tiene un significado cultural singular, ya que implica que el ser humano tenía una idea de la trascendencia y al mismo tiempo otorgaba a la muerte un significado lleno de simbolismo).

El mesolítico fue una etapa necesaria para alcanzar el neolítico

En el neolítico el ser humano alcanzó el sedentarismo gracias a la invención de la agricultura y la ganadería. Sin embargo, esto no sucedió de forma repentina y milagrosa sino que fue un proceso lento y paulatino. Los antropólogos consideran que el mesolítico fue el estadio necesario de la evolución humana para que se consolidara la revolución del neolítico.

Las circunstancias más arriba indicadas condujeron al hombre del mesolítico a unos cambios mentales significativos, en especial la necesidad de afianzarse en un territorio y empezar a construir un modelo de vida basado en la cooperación y en la especialización del trabajo.

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